En un año, los 3,950 oficiales correccionales tendrán un arma de reglamento “de última categoría” para desempeñar mejor su trabajo.

Esa es la meta del secretario de Corrección y Rehabilitación, Erik Y. Rolón, quien anunció el inicio del proceso de cambio y modernización de las armas asignadas a los oficiales correccionales.

El jueves pasado comenzó la entrega a 140 de estos, con una inversión de $52,000.

Los oficiales también son adiestrados para manejar la pistola Glock, 40 milímetros, de cuarta generación.

El también subsecretario de la Gobernación dijo que están remplazando “Smith and Wesson, anticuadas”, algunas de las cuales tienen entre 15 a 20 años de uso y en su mayoría 9 milímetros.

Relacionadas

“Todo oficial de custodia tiene derecho a su arma de reglamento. La meta es cambiarlas. Muchos quizás tienen armas nuevas, pero todos tendrán un arma de última categoría. Esta es la primera fase, así que vienen otras adicionales”, sostuvo Rolón al mencionar que el proceso “corre bastante rápido. En la medida que haya recursos se va a seguir haciendo”.

Adelantó que “en un lapso de seis a doce meses estaría completado el proceso de entrega”.

Los fondos para las compras salen de la misma agencia como parte de un acuerdo con el Gobierno federal bajo el cual reciben un pago por tener reos federales en la Isla.

Ese dinero también será utilizado para atender asuntos como el de los chalecos antibalas y continuar los entrenamientos a los oficiales.

El secretario dijo que a esta iniciativa se suma la tecnología que anunció recientemente para bloquear las llamadas de celulares ilegales desde las cárceles, conocida como Managed Access Services.

También siguen trabajando con la vídeo vigilancia.

“Así quizás necesito menos recursos humanos en ciertas áreas y puedo entonces esparcir el recurso humano donde se requiere”, sostuvo.

Son precisamente estos oficiales los que podrían formar parte del acuerdo colaborativo entre agencias anunciado recientemente por el gobernador Ricardo Rosselló para combatir la criminalidad en el país.

El proceso de cambio y modernización de las armas asignadas debe tomar un año, según la meta del secretario de Corrección y Rehabilitación, Erik Y. Rolón.

Agencias como Corrección y el Departamento de Hacienda reforzarán los trabajos del Departamento de Seguridad Pública y la Policía de Puerto Rico.

Sobre el entrenamiento que reciben los oficiales, Rolón dijo que “esto no es coger un arma y ya”, y por eso el teniente Giovanni González trabaja con el curso de uso y manejo.

El Departamento de Corrección y Rehabilitación custodia 9,142 confinados en las 29 Instituciones Correccionales en Puerto Rico.