¡Qué escándalo! La contralora Yesmín M. Valdivieso refirió al Departamento de Justicia y a la Oficina de Ética Gubernamental a la encargada del cementerio municipal de Naranjito, porque, entre otros hallazgos de una auditoría, les cobró a ciudadanos y contratistas correspondientes a la venta de lápidas y otros servicios funerarios y el dinero nunca llegó al municipio.

La auditoría, que cubrió del 1 de julio de 2013 al 30 de junio de 2017, y que produjo tres hallazgos, analizó las operaciones fiscales del Municipio de Naranjito relacionadas al cementerio municipal.

El informe establece que se pudo haber configurado el delito de malversación de fondos por parte de la encargada del lugar que realizaba funciones de cobro de entierros y exhumaciones, las que coordinaba directamente con los ciudadanos y los contratistas.

La directora de Finanzas, Belinda E. Álvarez Laines, certificó que para los años fiscales del 2014 y 2015 se registraron $625 por concepto de exhumaciones y no se registraron entierros ni venta de lápidas.

Según los análisis del Contralor y de acuerdo con la cantidad de entierros y exhumaciones indicadas, y con los costos establecidos en el Reglamento del Cementerio, el Municipio, durante los referidos años fiscales, debió registrar transacciones por $115,150, por concepto de entierros ($87,500), exhumaciones ($27,650) y venta de lápidas ($9,000).

Los ciudadanos, empleados y contratistas entrevistados y mediante declaraciones juradas, indicaron que la encargada del cementerio compraba las lápidas a $30 y las vendía a $60, y que para los diversos servicios recibía el dinero directamente y emitía recibos no oficiales sin estar autorizada.

Estos hallazgos se remitieron el 10 de octubre de 2018, a la secretaria de Justicia, Wanda Vázquez, y a la directora ejecutiva de la Oficina de Ética Gubernamental de Puerto Rico, Zulma Rosario.

El 2 de febrero de 2012 el alcalde de Naranjito, Orlando Ortiz Chevres, le refirió al entonces secretario de Justicia copia de un informe de la Legislatura Municipal sobre irregularidades en las operaciones del cementerio municipal.

En relación a uno de los hallazgos, el alcalde remitió a la Contraloría evidencia de la acción disciplinaria contra la encargada del cementerio municipal.

En una parte de la carta enviada, el alcalde expresa que “aquí se trata de una situación donde la encargada del cementerio sin autorización alguna, coordinó que se le entregaran las cajas a ella directamente en el cementerio, y que esto ocurriera fuera de horas laborables”.

Agrega que “nunca la encargada del cementerio informó al director de compras y suministros que ella recibiría las cajas, y nunca le indicó que las había recibido. Es un empleado del área de compras y suministros quien indica al director de dicha área que la encargada del cementerio había recibido las cajas directamente en el cementerio. [sic]”.

La auditoría también reveló que contrario a ley y reglamentación aplicable, el cementerio no cuenta con un plano de distribución de fosas, nichos y osarios, las exhumaciones no se realizaron bajo la dirección de un director funerario, y nunca se realizaron inspecciones periódicas.

El informe evidencia irregularidades también en el control del inventario en las cajas para restos humanos recibidas en el cementerio y se realizaron compras de estas cajas por $5,775 sin solicitar tres cotizaciones de proveedores representativos del mercado.

Además, el Municipio formalizó seis contratos con cuatro contratistas independientes para trabajos en el cementerio sin establecer los requisitos indispensables de la labor, sin anotar los contratos en el Registro de Contratos del Municipio, y los expedientes no contenían todas las certificaciones o documentos exigibles en el mismo contrato.

Como parte de la investigación, se entrevistaron a 15 ciudadanos que pagaron por servicios y diez de estos revelaron que la encargada recibió el dinero, y preparó y entregó un recibo.

Según los registros del cementerio y datos del Departamento de Salud de julio de 2013 a diciembre de 2016, se realizaron 625 entierros y 380 exhumaciones (222 en panteones municipales y 158 en panteones privados). Además, de julio de 2015 a diciembre de 2016, se vendieron 150 lápidas.

Empleada fue relevada de su empleo

A través de declaraciones escritas, el alcalde de Naranjito, Orlando Ortiz Chévres, indicó que relacionado a la venta de lápidas, "el Municipio no compra ni vende las mismas. El Municipio de Naranjito no tiene responsabilidad alguna en todo asunto relacionado a ese tipo de transacción. Además, señaló que "tomó las medidas cautelares e impuso las medidas disciplinarias correspondientes a la Encargada del Cementerio".

"Previo a la emisión del Informe de Auditoría, dicha empleada fue relevada de sus funciones como Encargada del Cementerio", mencionó.

"Previo a la intervención de la Oficina del Contralor, el 2 de febrero de 2012, referí al Departamento de Justicia, en descargo de mi responsabilidad y deberes como Alcalde del Municipio de Naranjito, un Informe Final de la Legislatura Municipal, así como el expediente investigativo completo, el cual informa irregularidades detectadas en nuestro Cementerio Municipal, para la acción correspondiente de dicha agencia fiscalizadora. Como consecuencia de mi referido, el Municipio se mantuvo en comunicación y colaboración con el Departamento de Justicia, siempre velando por no afectar ninguna investigación que dicha agencia tuviera a bien realizar. Aún estamos a la espera de la determinación del Departamento de Justicia ante nuestro referido", añadió.

"Siempre he hablado de frente a mi Pueblo y en este asunto no será la excepción. Seguiremos trabajando con el compromiso que nos distingue en beneficio de mi gente", concluyó el ejecutivo munipal.