El gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, anunció esta tarde que adoptó una moratoría temporera ante la realidad de que el País no puede cumplir con la totalidad del pago de las deudas que debía pagar este 1 de mayo. 

"Ayer (sábado) firmé la orden ejecutiva que autoriza la moratoria en el pago de la cantidad parcial de la deuda de $422 millones de las notas del Banco Gubernamental de Fomento (BGF)",  dijo García Padilla. "La decisión de no pagar, ha sido una muy difícil", añadió.

García Padilla dijo que ante la inacción del Congreso federal, ponía en vigor la Ley 21 de Moratoria, con el propósito de "proteger el pago de servicios básicos a nuestra gente", mientras el País enfrentaba la peor crisis humanitaria de su historia.

El primer mandatario afirmó que estaba actuando "conforme a nuestra leyes"  al firmar la orden ejecutiva. Reiteró, sin embargo, que hubiese preferido contar con un marco legal para poder cumplir con los pagos de las deudas.

"He tenido que elegir. Y elegí. Decidí que tus necesidades básicas van por encima de todo", afirmó el gobernador, recordando que muchos niños y niñas dependen de las escuelas públicas y la mitad de la población depende del plan médico gubernamental. "No podemos cerrar el Centro Médico, que es la única instalación de salud que actualmente provee servicios a pacientes con traumas múltiples".

"La situación es tan difícil que a duras penas podemos proveer los servicios  que nuestros estudiantes de educación especial necesitan desesperadamente. Nuestros recursos económicos están tan comprometidos que estamos luchando con poder pagar la gasolina que necesitan las patrullas de nuestros policías y los camiones de nuestros bomberos", dijo García Padilla. 

El gobernador recordó que desde hace un año advirtieron que no podrían pagar la deuda de $70,000 millones sin una restructuración, y lamentó que el Congreso no hubiese actuado para evitar llegar a este punto.

"Le hemos pedido  al Congreso una y otra vez que nos provea las herramientas para restructurar nuestras deudas. No queremos un rescate financiero, ni nos han ofrecido un rescate financiero. Lo que queremos es un proceso de reestructuración que no le costará nada a los contribuyentes de los Estados Unidos", dijo García Padilla.

El gobernador condenó las campañas en contra de la ayuda para Puerto Rico, promovidas por  fondos buitres y sus cabilderos, que describió como "una acción de pura codicia". Advirtió además que, de no actuar el Congreso, "la crisis será peor".

El gobernador reclamó además que el Congreso respete el gobierno propio de los puertorriqueños. Aunque dio la bienvenida a una Junta de Control Fiscal que asista al gobierno local a mejorar su disciplina fiscal, reiteró su oposición a que dicha junta sea una de funcionarios federales "cuyas decisiones prevalezcan" sobre las del gobierno local y tenga el poder de vetar o derogar leyes. 

"Si  el Congreso actúa de manera distinta, estaría restableciendo el poder colonial sobre Puerto Rico, y eso abriría una caja de Pandora con consecuencias sumamente peligrosos", advirtió. "Ya estamos en una crisis fiscal, económica y humanitaria. No necesitamos agregar ahora también una crisis política".

Finalmente, el primer mandatario expresó tener fe de cara al futuro. 

"Seguiré trabajando con nuestros acreedores. Es mi compromiso contigo. Pero lo que nunca voy a hacer es poner en peligro tu vida y la seguridad de nuestra gente. Tú sigues siendo mi prioridad", sentenció.