Angelo Rivera (nombre ficticio), lleva desde el 2006 manejando en las carreteras del País con su licencia vencida por errores o descuidos de su juventud que, hoy día, aún no le permiten estar en ley y que hasta le han privado de oportunidades laborales.

“Yo tenía un vehículo con tintes y siempre los policías me estaban parando. En ese tiempo tenía entre 18 y 20 años y uno a esas cosas como que no les da importancia a esa edad. No mide las consecuencias. Me detenía la policía casi siempre por los tintes, cogía el ticket y seguía. Nunca los quitaba”, relató Rivera.

Sin embargo, cuando llegó el tiempo de la renovación de su licencia se encontró con multas que ascendían a más de $7,000. Pero esto no era lo peor, sino que cada multa conllevaba $25 de recargos, lo que terminó haciendo inalcanzable el volver a renovar su licencia de conducir, ya que tendría que pagar al Gobierno más de $10,000. 

“El total que debo es tan alto que, aunque he tratado de gestionarlo, se me ha hecho cuesta arriba. Incluso con amnistías”, dijo el entrevistado, quien aceptó que en ocasiones ha perdido oportunidades de trabajo porque casi siempre piden una identificación oficial.

“He tenido que hacer entrevistas de trabajo y luego de que soy seleccionado y me piden el documento, tengo que dejar pasar la oportunidad. Se me han cerrado muchas puertas, es un problema serio y creo que el gobierno debería legislar para ayudar a personas que tal vez nos equivocamos, pero que tenemos el derecho de tener una segunda oportunidad para estar en ley”, indicó el perjudicado.

Según Rivera, los planes de pago, que son la única alternativa que le han ofrecido, no son ni tan siquiera razonables, por tratarse de un pago mensual “exuberante” y, ante la falta de capacidad económica, ha pensado hasta irse del País para poder tener finalmente una segunda oportunidad como conductor.

Historias como la de Angelo, son comunes en Puerto Rico, donde actualmente, existen unas 352,274 personas con licencias de conducir vencidas.

Esta cifra representa un 10% del total de 3,371,319 de licencias que aparecen en el sistema de datos de la Directoría de Servicios al Conductor (DISCO). Sin embargo, se estima que la cifra real del universo de licencias es de aproximadamente 2 millones, lo que representaría entonces que un 18 por ciento de la población de conductores en la Isla está sin documentación vigente para hacer uso de vehículos de motor en las carreteras del País. 

Para Luis Felipe Colón, director de DISCO, que es la agencia que maneja los Centros de Servicio al Conductor (CESCO), esta cifra representa un número “estable” que se ha mantenido así por los pasados cinco años. 

“El total de licencias dentro del sistema es de 3, 371,319 por lo que las 352,274 representa aproximadamente un 10 por ciento del total. Ese número es estable e incluye desde jóvenes de 16 años en adelante, hombres, mujeres, personas que no están en Puerto Rico, pueden haber personas que no han renovado por olvido, otros que no pueden pagar sus multas, hay quienes quizás se fueron del país y personas que el sistema mantiene en la base de datos, pero que puede que hayan fallecido”, explicó Colón.

Según establece el funcionario las razones para que tantas personas no renueven su licencia de conducir pueden ir desde multas que no pueden o no quieren pagar, que la persona no quiera hacer el proceso de tomar los exámenes teórico y práctico, condiciones de salud o edad que le impida continuar conduciendo y/o personas de edad avanzada que no tienen los medios para hacer las gestiones en CESCO.

“Los conductores con licencias vencidas tiene hasta dos años para renovarla con el proceso normal, o sea, llenando los papeles de siempre, junto con el certificado médico y sometiendo los documentos requeridos. Pero, si lleva más de dos años vencida, la ley exige que la persona tome nuevamente el examen teórico y el práctico. En ambos casos, de la persona tener multas de tránsito deberá pagarlas o hacer un plan de pago para poder renovar su licencia.

Colón explicó que desde hace unos años existe la Ley 209 que contempla que toda multa anterior a su periodo de renovación no se tiene que pagar. 

Dicho de otra forma, “todo conductor que renueve su licencia de conducir sólo vendrá obligado a pagar aquellas multas correspondientes al periodo de seis años en el que estuvo vigente su licencia”. 

Puede que esta reglamentación sea de ayuda para algunas personas.

“Toda multa anterior al periodo de renovación no la tienes que pagar. Por ejemplo, si en el 2013 renové mi licencia y ahora en el 2019 me toca renovar de nuevo y, cuando pido un reporte de multas me salen multas del periodo de renovación anterior, esas multas no las tengo que pagar”, detalló Colón.

Según el funcionario, esta situación se da cuando se recibe una multa poco antes de su renovación y esta no se ve registrada en el sistema al momento. Entonces, la persona renueva su licencia sin que aparezca ese boleto y años después la multa es entrada en el sistema.

“Puede ser que se tarde un tiempo, un mes dos meses”, explicó el director con relación al proceso en que las multas son entradas en el sistema.

Sin embargo, Primera Hora dialogó con personas que su periodo de renovación, por ejemplo, era en el 2018 y dos meses antes de llegar la fecha de vencimiento le entraron al sistema multas de dos y hasta cuatro años atrás. 

Un leve alivio… para algunos

Por otro lado, está la alternativa del plan de pago para que la persona pueda obtener su licencia y pagar durante un año el monto adeudado en multas.

“Tenemos el plan de pago, el cual la persona puede realizar con Hacienda. Se establece hasta un máximo de un año para pagar las multas que tenga y puede renovar al momento. Si la persona tiene $1,000 entre multas y recargos, ese plan de pago dispone que pagas el 25 por ciento del total ($250) como primer plazo y hasta un máximo de un año en plazos mensuales”, indicó el funcionario.

En cuanto a las amnistías para el pago de multas, Colón estableció que cuando están vigentes “muchas personas se acogen a ese beneficio, aunque va a depender de cuán atractiva sea”. Sin embargo, aclaró que “no controlamos eso porque se dan por legislación”. 

Renunciar a su licencia

También existe el caso de personas que necesitan una identificación oficial y, por no poder renovar sus licencias de conducir, tienen que “renunciar” a su licencia. En este caso, la persona tiene derecho a tener su identificación oficial, solo que para recuperar la de conducir, deberá entonces cumplir con las obligaciones una vez tenga interés de retomar el proceso.

“El Estado tiene la responsabilidad de proveerle una identificación oficial a los ciudadanos. Si la persona no puede renovar su licencia, y por alguna razón necesita identificación, puede tomar el ID y luego, si desea su licencia de conducir, cumpliendo con el pago de multas, puede volver a obtenerla con el mismo número y pasando por los debidos procesos y documentación requerida”, sostuvo Colón.

Lo que necesitas para renovar

Certificado de Nacimiento original o Pasaporte vigente.

El original de uno de los siguientes documentos: Seguro social original (sin laminar), W-2, Planilla, recibo de agua, luz o teléfono.

Recuerda llevar…

$12 en sellos de Rentas Internas

Comprobante de $2 con el código 0842

Para Real ID, necesitarás adicional: Comprobante de $17 con el código 2028