Un resumé de alto calibre.

Natalie Jaresko fue elegida como la directora ejecutiva de la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) por su amplia experiencia en desenredar entuertos financieros, como sucedió luego en Ucrania tras la guerra con Rusia, y ese será precisamente su trabajo con Puerto Rico: darle un norte financiero en medio de la tormenta de la crisis fiscal que atravesamos.

El presidente de la JSF, José Carrión III, atendió preguntas de la prensa vía telefónica y comentó que Jaresko comenzará a trabajar “de inmediato”, aunque todavía no esté en la Isla.

“Ella está esperando a que termine el año escolar en Ucrania, en junio, para entonces venir a vivir con su hija”, explicó el funcionario. “Entretanto, viajará una vez al mes, por dos semanas consecutivas, a Puerto Rico y se mantendrá en comunicación constante con Ramón Ruiz Comas”, quien ha fungido como director ejecutivo interino.

Sobre el futuro de Ruiz Comas, Carrión III comentó que se mantendrá en la Junta “en la capacidad que él decida” y por ahora será subdirector, ayudando a Jaresko en la transición.

Uno de los temas que levantó espinas fue la cantidad de dinero que devengará la funcionaria por su trabajo: $625 mil al año, por cuatro años, para un total de $2.5 millones. Consultado sobre si no podían encontrar en Puerto Rico a alguien “más económico” para ejercer las mismas funciones, Carrión III defendió la decisión de la Junta indicando que contrataron a un “cuarto bate” para un reto “de clase mundial” y el salario era más que justo.

El ejecutivo aclaró que Jaresko no tiene conflictos de interés ni bonos de Puerto Rico y que en su momento se harán públicas sus finanzas personales para escrutinio.

Sobre sus labores como presidenta del Consejo de Administración del Aspen Institute, miembro distinguido del Atlantic Council y del Consejo sobre el Futuro del Foro Económico Mundial, entre otros, Carrión III aseguró que precisamente esas cualificaciones son deseables para el trabajo que le tocará ejercer porque, por asociación, le da a Puerto Rico un acercamiento a esas entidades y cualquier ayuda es necesaria.

En cuanto a la labor que llevará a cabo, Carrión III indicó que será un “ente fiscalizador” para que el dinero federal que recibe Puerto Rico para sus operaciones “se use en lo que tiene que usarse”.

“Tenemos mala fama al administrar ese dinero y el trabajo de Jaresko será estar pendiente de que ese uso sea el correcto”, indicó.

Sobre la fecha límite del 1 de mayo, cuando vence la moratoria de los litigios contra el Gobierno para el cobro de deudas, la funcionaria se encargará de empaparse de las negociaciones que ya han hecho los abogados y miembros de la Junta con los acreedores.