La creatividad es el elemento principal a tener en cuenta -tanto la empresa privada como el gobierno- al momento de enfrentar la crisis económica y fiscal que atraviesa Puerto Rico para reinventarse.

Una de las medidas que tiene el gobierno en sus manos -y que está ante la consideración de la Legislatura- es el proyecto del Nuevo Código de Incentivos que pretende diversificar y fortalecer la economía.

El secretario del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio (DDEC), Manuel Laboy, que participó hoy en una mesa redonda sobre el tema, dijo que el enfoque socioeconómico bajo ese nuevo código tiene como base el desarrollo y la protección del recurso humano, así como la innovación, tecnología y las ciencias.

“En el caso de la productividad se atiende mejorando nuestra fuerza laboral, atendiendo y fomentando la innovación y nuestra competitividad…”, sostuvo al recordar que para la nueva legislación se evaluaron más de 50 leyes de incentivos económicos que representan unos $600 millones, anuales, en créditos contributivos, donativos y subsidios.

El pérfil económico del país presentado hoy releja que la “manufactura sigue siendo el principal sector de la Isla (48% del producto interno bruto)”, mientras hay otros sectores estratégicos como “las finanzas, los seguros y  bienes raíces”.

Otros, como el turismo y la agricultura deben diversificarse.

El secretario de Hacienda, Raúl Maldonado, que también participó del encuentro, indicó que el nuevo código busca “un desarrollo económico sostenible” y tomar el control de las finanzas.

“El espíritu del código nos va a permitir… volver a tomar nuestro destino sin necesidad de intervención de una Junta (de Supervisión Fiscal)… Permite que el desarrollo económico sea sostenible por los próximos diez años”, dijo.

Precisamente Hacienda trabajó la reforma en el Código Contributivo que permite “una redistribución de las riquezas a las personas…” devolviéndole al pueblo $850 millones.

Como parte de los cambios que trae el Nuevo Código de Incentivos, se establece que para otorgar un incentivo contributivo es requisito que retorne la inversión. De lo contrario, se estaría hablando de un subsidio.

Precisamente un sector que ha mostrado preocupación con la desaparición de incentivos y subsidios ha sido el de la agricultura.

A preguntas de Primera Hora, Laboy indicó que “como gobierno nos interesa que un sector que hoy por hoy se define como que recibe un subsidio pueda aspirar a que se pueda conventir en un sector que realmente estamos incentivando”.

Al aclarar que la exención contributiva al agricultor “bona fide” se mantiene, ejemplificó que en áreas como la agricultura, para que haya progreso hay que fomentar la tecnología, la exportación y la innovación para ser más competitivo y tener un “retorno de inversión positivo”.

Aseguró que sí se pueden subsidiar áreas donde prevalezca un enfoque social.

Sin embargo, reconoció que “un subsidio compite con otras prioriades del gobierno en el presupuesto… Parte de eso incentivos que se determinen que son ineficientes se estarían trasladando para que realmente tengan un mayor rendimiento en la economía…”.

“Se va a hacer una evaluación de rendimiento. Se va a escoger cuáles tienen rendimiento mayor”, dijo, por su parte, el secretario de Hacienda al reconocer que el gobernador Ricardo Rosselló instruyó a que se potencien dos sectores con ayuda adicional: la agricultura y el tercer sector.

Adelantó que por eso, a partir del 1 de julio, habrá una plataforma tecnológica que permitirá accesar fondos federales.

“Tanto los agricultores como el tercer sector van a tener acceso gratuito a esa plataforma y van a poder solicitar fondos federales directamente”, indicó Maldonado.

Ya empezaron a darle clases a los del tercer sector para que puedan solicitar esas ayudas y luego impactarán a los agricultores, que presentarían propuestas a esos fines.

Maldonado informó que se están perdiendo entre $300 a $500 millones, al año, porque no se solicitan esos chavos federales que llegarían también al agricultor artesanal (pequeñas siembras).

Laboy agregó que cuando el gobernador anunció los $18 mil millones en fondos CDBG (Programa de Fondos para el Desarrollo Comunitario), incluyó una partida de $1,000 millones para Agricultura.

De otro lado, Laboy mencionó como propuestas para el crecimiento económico, fomentar la inversión privada en sectores estratégicos y las exportaciones.

Explicó que para las diversas actividades económicas se uniformó (con algunas excepciones) la tasa contributiva en un 4%el gozar de una exención de impuestos de propiedad inmueble de un 90%, así como un 60% de exención de impuestos de patente municipal. Además, no pagar contribuciones sobre distribuciones de ganancias y dividendos.

También se establece un nuevo mecanismo de estímulos monetarios, eliminándose la otorgación de nuevos créditos contributivos, reemplazándolo con el mecanismo de Estímulo Monetario de Fondos de Incentivos.

Así, sostuvo, será “más fácil de implementar, presupuestar y fiscalizar” y se le da “certeza a la inversión”.

Enumeró también la otorgación del 25% de incentivo para la compra de productos manufacturados o reciclados y un 40% de incentivos por inversión en Puerto Rico de proyectos fílmicos.

Otros beneficios adicionales incluyen a las PYMEs (pequeña y mediana empresa) que tengan ingresos anuales por debajo de los $3 millones, por los primeros cinco años de operación. Esto incluyen una tasa fija sobre ingresos de un 2% y exención total de impuestos municipales.

A la mesa redonda también asistió el arquitecto Ricardo Álvarez Díaz, representante del sector privado y miembro de la Junta de Directores de Invest Puerto Rico, entidad privada y sin fines de lucro -creada bajo ley hace un año- para atraer nuevas inversiones.