El Senado de Puerto Rico le ha dado la espalda a miles de pacientes de condiciones crónicas al aprobar el Proyecto del Senado 340, que crearía nuevo marco regulatorio sobre el Cannabis Medicinal.

Así lo denunció el senador popular Miguel A. Pereira Castillo quien lamentó que, a pesar de que en un inicio se presentó un proyecto que aseguraba mejoraría el esquema legal del Cannabis Medicinal en Puerto Rico, el producto final es detrimental para los pacientes.

“He sido partidario incansable del uso medicinal del cannabis pues es harto conocido la contribución positiva que hace a pacientes con condiciones crónicas. La evidencia científica es abrumadora y disponible para quien realmente quiere trascender los dogmas del miedo", informó por escrito Perreira.

"Hoy el Senado le ha dado la espalda a esos miles de pacientes de condiciones crónicas al aprobar el Proyecto del Senado 340... En lugar de liberar restricciones y garantizar el acceso digno de los pacientes a su medicamento, las enmiendas que se incluyen perpetúan un esquema restrictivo y punitivo", señaló.

El legislador aseguró que el Reglamento 8766 promulgado por el Departamento de Salud durante el pasado cuatrienio fue un primer paso de avance en favor de los miles de pacientes que urgentemente necesitan acceder al Cannabis Medicinal como opción de tratamiento para condiciones crónicas como el cáncer, enfermedades autoinmunes o neurológicas, enfermedades virales, entre otras.

Pero, el nuevo proyecto perpetúa la restricción de los lugares en los que podrá consumirse el medicamento.

A modo de ejemplo, se limita la relación bonafide de los pacientes con sus médicos al no permitir la recomendación directa del cannabis; se limita el consumo de la flor de cannabis e impone un oneroso esquema de aprobación por parte de una Junta o Consejo Asesor Médico quienes decidirán la forma del producto que podrán consumir.   

"Nuestro acercamiento al Cannabis Medicinal debe ser uno centrado en las necesidades de los pacientes.  Sin duda, la legalización del cannabis medicinal abre ventanas de oportunidad para la investigación y desarrollo de diversidad de productos dirigidos a tratar numerosas condiciones de salud.  Sin embargo, el esquema regulatorio debe ser centrado en el paciente y no en el impacto en la industria", acotó.

"Los pacientes enfrentan ya el terrible peso de las exigencias económicas de la industria farmacéutica, no los sometamos al mismo paradigma restrictivo ahora que al fin ven con esperanza la oportunidad de mejorar su calidad de vida. La industria es una consecuencia de la aceptación del Cannabis Medicinal, no su razón de ser"

"El esquema legal a aprobarse debe ser uno basado en la evidencia científica con la que ya contamos y no en mitos o temores infundados.  Podemos apoyarnos en los avances de la investigación científica que apoyan el uso del cannabis  para ser solidarios y compasivos hacia los miles de pacientes que pueden mejorar su calidad de vida con este tratamiento”, concluyó.