No sólo lo identificó como su agresor en cinco ocasiones, sino que Soniel Torres Suárez le mostró a la Policía una fotografía del representante Ramón L. Rodríguez Ruiz cuando narró los detalles de la agresión en el rostro que la llevaron a procurar ayuda al Hospital Menonita de Guayama, en noviembre pasado.

Así lo revela el informe del exfiscal Ernie Cabán, que el presidente de la Cámara de Representantes, Carlos “Johnny” Méndez hará público hoy. De la investigación de Cabán surge incluso que Torres Suárez mostró interés en obtener una orden de protección contra el legislador al amparo de la Ley de Intervención contra la Violencia Doméstica, pero luego declinó.

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Cabán detalló a Primera Hora que Torres Suárez le narró los hechos a cinco policías diferentes, tres de Guayama y dos de Ponce y cuando era entrevistada por una sargento de Guayama, el representante llamó a la perjudicada a su teléfono celular.

“Mira, me está llamando”, relató Cabán que fueron las palabras de Torres Suárez a la sargento. El exfiscal añadió que la llamada fue corroborada con el registro de llamadas del teléfono de Torres Suárez, jefa de la oficina legislativa del representante por el distrito 27.

Cabán indicó que del mismo registro telefónico se desprende que “él logró comunicación con ella el mismo 11 de noviembre”, después de concluir el proceso en horas de la noche. “Ese día desde horas de la madrugada hasta que terminó el proceso, el legislador generó a la empleada de la Cámara más de 20 llamadas”, sostuvo. 

El exfiscal indicó que cuando Torres Suárez acudió al hospital dijo que había sufrido una agresión, se activó el protocolo y dos agentes que estaban de turno en el Cuartel de Guayama, son los primeros en entrevistar a la fémina. “Cuando indagan en la identidad (del victimario) ella primero muestra resistencia por la prensa, por tratarse de un político”, detalló Cabán.

Luego, la perjudicada accede y les dijo que Rodríguez Ruiz había sido su pareja, pero los policías no conocían al legislador y le piden a la mujer que les muestre una fotografía porque necesitaban citarlo. La fémina se percata que no tenía carga en su celular y lo pone a cargar. En eso, dijo Cabán, que los policías le piden el número de teléfono del representante, pero éste no contestó. La empleada legislativa también les proveyó el número telefónico del hermano del legislador, quien contestó y se comprometió en conseguirlo y llevarlo a la comandancia de Guayama. Sin embargo, Cabán dijo que ni el legislador ni su hermano llegaron.

El investigador indicó que una vez los policías clasifican el incidente como un hecho bajo la Ley 54, una sargento de la Unidad de Violencia Doméstica de Guayama se hizo cargo del proceso. Cabán detalló que la perjudicada volvió a identificar a Rodríguez Ruiz como su agresor. “En ese momento el celular tenía carga y a esa sargento es a quien le muestra la foto del representante”, afirmó el exfiscal.

Indicó que cuando sale a relucir que los hechos ocurrieron en Santa Isabel, llegan dos agentes de la Unidad de Violencia Doméstica de Ponce para continuar con la pesquisa.  La empleada volvió a identificar al representante como su agresor, las agentes se comunican con Rodríguez Ruiz, quien no contestó y van a la casa del legislador para diligenciar una orden de arresto, pero éste no estaba.

Cabán narró que cuando Torres Suárez era entrevistada en el hospital por las agentes de Ponce se presentaron dos abogados que pidieron hablar con ella en privado. Añadió que cuando la perjudicada llegó a Ponce para ser entrevistada por la fiscal de turno, desistió de la orden de protección y de continuar con el caso.

En torno a la agresión, el exfiscal relató que Torres Suárez manifestó que estando ella en su automóvil sentada en el asiento del conductor, el legislador comienza a agredirla. “Las fotos muestran inflamación en el lado izquierdo y un hematoma al lado del oído izquierdo”, sostuvo Cabán y dijo que el médico, luego de ver el golpe, descartó una placa y mandó a que le hicieran un CT Scan.

Cabán precisó que para la investigación entrevistó a más de 27 testigos, examinó más de 30 documentos y se trasladó en cinco ocasiones a Ponce, Santa Isabel y Guayama.

Mientras tanto, Rodríguez Ruiz, quien fue expulsado del caucus novoprogresista y podría ser residenciado de su escaño, no estuvo ayer en su oficina en el Capitolio. “Está en el distrito”, dijo un empleado a Primera Hora. 

Este medio supo que el informe de Cabán no se circunscribe al episodio de violencia de género y que contiene otros señalamientos contra el novato legislador natural de Coamo.