Así madres con sus niños, personas mayores y el público en general tiene que esperar para recibir los servicios en el Departamento de la Familia (DF) en Naguabo, ya que la sala de espera es una carpa, donde el calor y la lluvia complican la búsqueda de estos servicios esenciales. 

Desde hace dos años, las instalaciones originales del DF de ese municipio se encuentran afectadas a causa del paso del huracán María y, aunque la Autoridad de Edificios Públicos (AEP) ha comenzado los trabajos de reconstrucción en la estructura, las labores se encuentran detenidas.

Mientras esto se resuelve, los ciudadanos tienen que enfrentar estas circunstancias y se quejan de que los servicios no se brindan en áreas seguras y aptas para atender a las poblaciones más vulnerables.  

Primera Hora estuvo en el lugar y pudo constatar que, aun bajo la carpa, el calor es insoportable.  Allí, encontramos desde personas mayores, algunos bajo tratamientos médicos como radioterapia, así como madres lactando a sus hijos y niños pequeños que aguardaban por ser atendidos.

Para Jamillette Rivera, quien se abanicaba con un cartapacio por el calor que se sentía a las 9:30 a.m., estas condiciones no son tolerables para nadie y mucho menos para las poblaciones más vulnerables.

"No son las más óptimas, hace mucho calor. No he esperado mucho, pero el tiempito que llevo para las personas mayores y niños esperar aquí no son las mejores condiciones", dijo Rivera, sin parar de ventilarse. 

Igual de incómoda se sentía Gloria M. Sierra, quien cuestionó por qué siguen en las mismas condiciones desde el paso del huracán María.

"Que hagan ya un edificio para nosotros. Que lo arreglen porque está allí. ¿Qué se cree el Gobierno? Tienen que arreglarlo. Esta calor es insorportable. A mí no me gustó esas porquerías (vagones) que pusieron ahí. Esto aquí es cógelo, si lo quieres y si no, déjalo", dijo Sierra refiriéndose a las ayudas, por las cuales tienen que sacrificarse bajo esas condiciones.

Sin embargo, no solo el calor, sino también la lluvia suele ser un inconveniente para los ciudadanos, ya que la carpa no es suficiente para resguardarlos.  Además, aseguraron que los pasados días habían estado sin carpa ya que la habían removido por el paso de la tormenta tropical Karen.

"Ayer (jueves) estábamos aquí algunos participantes, estaba lloviendo y no había carpa.  Nos dijeron que podíamos pasar al vagón de allá, pero nos dimos cuenta de que no iban a llamarnos, así que nos tuvimos que esconder debajo de unos palitos para poder escuchar si nos llamaban. Aún con la carpa, si llueve nos mojamos porque tiene más rotos que un colador", explicó una ciudadana que llevaba dos días en gestiones en el lugar junto a sus tres niños.

"Aquí pasan mucho los carros y uno tiene que estar pendiente de los nenes. Las instalaciones son completamente inseguras para lo que se está haciendo aquí", sostuvo la madre, quien más adelante tuvo que lactar a su bebé bajo la carpa, con calor y sin contar con un espacio destinado para esto, en caso de necesitarlo. 

La privacidad al recibir el servicio también es otra gran dificultad, tanto para el público como para los empleados, quienes confesaron que han tenido varias luchas para conseguir que el servicio sea "un poco mejor".

"No hay nada de privacidad, los escritorios están bien pegados. Nos gustaría que se arreglen las oficinas o que se reubiquen en un lugar accesible", dijo una participante.

"Nosostros mismos nos mojamos cuando salimos a llamar a las personas.  Estuvimos tres días sin carpa y aquí nadie hace nada por cambiar esto", comentó una persona que labora en el DF. 

"Cuando María, ellos (región de Humacao) nos indicaron que se hicieron las gestiones con el alcalde (Noé Marcano) y que él les  indicó que no había ningún sitio para meternos y después el alcalde dijo que eso no era cierto porque no habían hablado con él", comentó otra persona que trabaja en el lugar, quien dice que los empleados también son víctimas de la inacción del Departamento.

"Trabajamos sin materiales, sin equipos. Esa rampa que está ahí está porque nosotros nos fuimos a paro porque estábamos atendiendo a los incapacitados en la acera, en la calle. Esa carpa fue por pelea y para colmo estuvo rota, se la llevaron y trajeron una más pequeña y la gente se moja.  Adentro no hay privacidad, los expedientes estaban todos expuestos allí donde todo el mundo los podía ver. Nosotros tuvimos que pelear. Aquí es una guerra constante con la región y han sido incompetentes e irresponsables con todas las necesidades de aquí. Además de todo eso todo es a base de intimidación y amenaza", confesó la fuente.

Familia dice estar velando por el bienestar de los naguabeños

La Directora Regional del DF en Humacao, Maridalia Torres, establece que han hecho los ajustes necesarios para mantenerse brindando el servicio en Naguabo, mientras esperan a que Edificios Públicos termine con las reparaciones en la estructura donde ubicaban las oficinas originales.

"Edificios Públicos se ha tardado en la reparación del edificio. Ellos trabajaron una primera fase del edificio y luego se retiraron. No sabemos cuándo ellos van a  comenzar una segunda fase.  Tuvimos que alquilar vagones para poder poner la oficina, ya que habíamos agotado búsqueda de los locales privados en el municipio.  Nuestra intención es que a ciudadanía tenga los servicios accesibles aquí en Naguabo, cerca de sus residencias", expresó la directora regional. 

Según Torres, el espacio en los vagones no alcanza para albergar al público, por lo que instalaron la carpa en la que asegura los visitantes que tienen citas no pasan mucho tiempo, esto si llegan cinco minutos antes de la hora indicada.

“Obviamente, no son de un gran tamaño (los vagones), por lo que nos vimos en la obligación de poner una carpa para que el público pueda esperar a ser atendido allí.  Nosotros en estos días estuvimos poniendo algunas sillas dentro de los vagones, pero la realidad es que los espacios no son tan amplios y hemos tratado de resolverle a la ciudadanía para poder mantener nuestros servicios allí”, explicó la funcionaria, quien aseguró que de no ser en esas condiciones, la oficina debía ser cerrada y los servicios trasladados a otros municipios.

Al momento, Familia espera porque Edificios Públicos culmine las reparaciones o porque un comerciante realice los procesos necesarios para poder alquilar su edificio y mover las oficinas del departamento para allá.

“Hemos hecho varias gestiones, tanto con comerciantes privados como con el municipio, el cual no tiene facilidades disponibles donde nos puedan ubicar.  Nosotros sí tenemos pendiente un comerciante con una estructura que requiere bastantes arreglos. Él nos había indicado que estaba dispuesto a repararlo para alquilárselo al Departamento de la Familia, pero estaban en el proceso del papeleo para entregar. Al momento, dependemos de que ese comerciante pueda cumplir con el proceso requerido porque eso hay que llevarlo a OGP (Oficina de Gerencia y Presupuesto), quienes son los que finalmente aprueban esos contratos”, explicó la directora.

Por su parte, Edificios Públicos confirmó a este diario que la primera parte del proyecto de restauración incluyó “la mitigación de asbesto para poder continuar con el resto de los trabajos que requiere la estructura”.

A su vez, mediante declaraciones escritas, AEP confirmó que la segunda fase de los trabajos en la estructura tendrán un costo aproximado de $652 mil y que “comprenderá la instalación de nuevas unidades de aire acondicionado, instalación de pisos, retechado, pintura e instalación de plafones”.  Esto, estiman que estará finaliazado para el mes de marzo del 2020.