Viena. El presidente federal de Austria, Alexander Van der Bellen, destituyó este martes de forma oficial el gabinete de transición formado por democristianos y algunos expertos, con lo que puso fin a la jefatura de gobierno del joven canciller federal, Sebastian Kurz, que ha durado 525 días.

El propio Kurz, quien perdió el lunes una moción de censura presentada en el Parlamento por los opositores socialdemócratas y ultranacionalistas, no estuvo presente en la ceremonia de hoy celebrada en el antiguo Palacio Real de Viena.

Salvo Kurz, los demás miembros del Ejecutivo destituido seguirán en funciones al frente de sus carteras hasta que Van der Bellen haya nombrado un nuevo canciller federal interino que pueda llevar al país a las elecciones anticipadas, previstas para septiembre, con suficiente apoyo del Parlamento.

Hasta entonces y en sustitución de Kurz, la jefatura del Gobierno, la asume el vicecanciller y ministro de Finanzas, Hartwig Löger, quien prestó hoy juramento al nuevo cargo de canciller.

Austria vivió en las últimas dos semanas la más dura y rocambolesca crisis de Gobierno de su historia democrática a causa del "caso Ibiza", un escándalo desatado por la publicación de un vídeo grabado en 2017 en esa isla española.

En la filmación se ve como el entonces líder de la oposición y después vicecanciller y líder ultranacionalista Heinz Christian Strache promete favores políticos a una supuesta millonaria rusa a cambio de donaciones ilegales para su partido.

A causa de esas imágenes, emitidas por dos publicaciones alemanas el pasado 17 de mayo, Strache dimitió y al día siguiente Kurz anunció el final del Gobierno y al convocatoria de nuevas elecciones.

Löger, como nuevo canciller en funciones, participará esta noche en la reunión informal de líderes europeos en Bruselas.

Hasta su caída, Strache era uno de los líderes populistas ultraderechistas más influyentes de Europa.

Presidió su partido, el FPÖ, durante 15 años y lo condujo desde una formación casi insignificante hasta entrar en la coalición de Gobierno con Kurz en 2017, con el 26 % de los votos.