Exactamente dos años después de que el pueblo de Humacao atravesara por los momentos más grises de su historia, debido al embate sin precedentes del huracán María, el cual devastó las comunidades y estructuras municipales, hoy, el pueblo vive otro día sin colores.  Esta vez, es la despedida de su alcalde, Marcelo Trujillo Panisse, la que golpea con fuerza el corazón de su pueblo.

Durante el día de hoy, 20 de septiembre de 2019, familiares, empleados y ciudadanos humacaeños acompañaron a Don Marcelo en el trayecto hasta su última morada en el Cementerio Pax Christi del barrio Mariana, donde desde ahora descansan sus restos en la tierra que tanto amó.

Hace exactamente dos años, el huracán María devastó al pueblo, hoy es la despedida de Marcelo Trujillo Panisse la que golpea con fuerza el corazón de su gente.

Previo a su entierro, el Coliseo Marcelo Trujillo Panisse, donde se inmortalizó para siempre su nombre, se abrió el féretro por segundo día consecutivo para que el público le rindiera sus respetos.  En un altar adornado con velas y un ambiente de mucha paz, el padre Pedro Ortiz ofició su misa para elevar plegarias por el descanso eterno de Don Marcelo.

“Los guías, los maestros, los guías sabios brillarán como resplandor del firmamento y los que enseñan la justicia a muchos resplandecerán como estrellas por toda la eternidad. De manera que hoy tenemos nuestra estrella en el cielo resplandeciendo por Puerto Rico y por Humacao. Aquel que decía que había que pensar en grande en Humacao fue el hombre que más cultivó la pequeñez, miren que interesante es la vida”, dijo el sacerdote. 

“Hay quienes dedican la vida a dirigir desde arriba y esos perdieron el tiempo desde que empezaron. Pero habrá, como el caso de Marcelo y otros tanto, quienes tomando consciencia de quiénes son y a qué están llamados hacen el trabajo desde la base”, resaltó el padre en su mensaje.

Uno de los que dijo presente para rendirle sus respetos al líder, fue el alcalde de Coamo, Juan Carlos García Padilla, a quien Trujillo reconoció como un “hijo” en un mensaje póstumo ofrecido el jueves en sus exequias. Es por esto que, el mandatario coameño, aprovechó la oportunidad para destacar las cualidades de su gran amigo. 

“Fueron muchos años de amistad, de intercambiar consejos y eso para mí fue un halago siempre. Cuando examinas la vida de Don Marcelo, el bagaje en todos los renglones de la vida que decidió incursionar y el éxito que tuvo, te das cuenta que era un ser humano con unas capacidades extraordinarias, aunque cuando tú lo mirabas parecía lo contrario. Los que supimos dialogar con él, profundizar con él, aprender de él pudimos ver que era un ser humano con unas cualidades extraordinarias que las trajo de su vida privada al servicio público y que aportó muchísimo al desarrollo de una ciudad”, expresó García Padilla. 

Para el alcalde de Coamo, Marcelo “no es el político tradicional” y su incursión tardía en la política nunca fue una desventaja, todo lo contrario.  

“Marcelo entró a la política a los 60 años, pero con un bagaje y una experiencia única y transformó, no solamente la estructura física de una ciudad, sino su manera de pensar. Es impresionante, es digno de emular. Aun cuando la gente lo veía como débil, era cuando más demostraba su fortaleza. La historia lo pone al mismo nivel de los alcaldes grandes de Puerto Rico de José Aponte (ex alcalde de Carolina), de Willie Miranda (exalcalde de Caguas) de Churumba Cordero (exalcalde de Ponce)… y, definitivamente, un gran ser humano”, afirmó García Padilla.

Su nieto Jonathan Colón Trujillo, quien tuvo varias partes en los actos fúnebres, tanto el jueves como el viernes en la misa, entiende que su participación respondió a que su abuelo así lo hubiese querido. 

"Formar parte representó mucho para mí, yo sé que abuelo hubiese estado orgulloso de que yo diera un mensaje en la misa y hablara en el mensaje de ayer. Son cosas que no se olvidan y hay que despedirlo de la manera correcta", dijo Colón Trujillo.

Para su otro nieto, Fabián Trujillo, las muestras del pueblo en los pasados dos días son el vivo ejemplo de la semilla que él sembró.

"Sobre todo mucho amor, amor de pueblo que demuestra todo lo que él hizo y el pueblo devolviéndoselo para atrás", indicó Fabián Trujillo.

Luego de la misa, los restos de Trujillo Panisse recorrieron la ciudad en una comitiva tipo campaña eleccionaria, donde resonaba por todos lados el 'jingle' de su última campaña. 

El cortejo fúnebre realizó varias paradas, una de ellas en la plaza pública- cerca del Hospital Hima de Humacao- donde en muchas ocasiones fue atendido el alcalde. Allí, ciudadanos se reunieron para entregarle rosas rojas y despedirse de su alcalde.

"Estoy aquí para despedir a nuestro alcalde de Humacao, Marcelo Trujillo Panisse porque venir era justo y necesario. Que Dios lo bendiga siempre y descanso eterno para él porque representó muchos logros y se dedicó y se comprometió con su pueblo humacaeño", resaltó el humacaeño Allan Sánchez.

Luego, los restos pasaron por la alcaldía, donde muchos empleados, embargados por la tristeza, le entregaron flores a Don Marcelo. La empleada municipal, Yaritza Sánchez, elevó una oración para su descanso eterno y para consuelo de todos los que hoy lamentan su pérdida.

Así, sus restos llegaron al cementerio Pax Christi para una ceremonia final de despedida entre familiares, empleados, políticos, amigos y conocidos, quienes le dieron el último adiós con todos los honores.

Cabe mencionar que, durante los dos días de exequias, muchos coincidieron en que el lema de vida de Don Marcelo era: “ser bueno paga” y, tanto en su despedida como en su legado quedará saldada esa deuda del pueblo con el que fuera su alcalde, quien regaló sus últimos 20 años de vida a Humacao. Qué en paz descanse Don Marcelo.