La sexta jornada de protesta había transcurrido sin encontronazos hasta la caída del sol, con la música y el baile como principales protagonistas acompañando a las consignas de repudio al gobernador Ricardo Rosselló frente a las barricadas colocadas en la calle Fortaleza.

No obstante, durante toda la tarde se han mantenido allí grupos de manifestantes que han oscilado entre unas decenas a unos doscientos, recordándole al primer mandatario el reclamo que se ha vuelto omnipresente en Puerto Rico: su renuncia.

En medio del retumbe de tambores, también hubo espacio para un minuto de silencio en recordación de los muertos a consecuencia del huracán María. Asimismo, hubo frecuentes llamados a que las manifestaciones se llevaran a cabo sin violencia y evitando los encontronazos con la policía.

Antes en el día hubo al menos otras dos manifestaciones en la zona del Viejo San Juan, una protesta silente que marchó desde el cementerio hasta la plazoleta de La Rogativa, donde dejaron pares de zapatos como símbolo de los muertos de María.

También, a eso del mediodía, se manifestaron grupos sindicales, y aprovecharon para convocar a una protesta masiva para mañana viernes, que marchará en un cacerolazo hasta fortaleza, y se unirá a un cacerolazo nacional a las 8:00 p.m. al que se ha convocado a todo aquel que no pueda acudir a la marcha en San Juan.