La privatización de los muelles de San Juan sigue en pie y según la directora de la Compañía de Turismo, Carla Campos, las empresas de cruceros con la que se reunieron funcionarios del gobierno la pasada semana en Miami mostraron “apertura” para que se concrete.

“Hasta ahora (la Autoridad para Alianza Público Privadas) AP-3 sigue haciendo sus procesos y la gobernadora -entiendo que hay un proceso en la ley 29- dijo eso que no es óbice para poder escuchar las líneas de cruceros, no hay nada incompatible”, dijo el director de la Autoridad de Puertos, Joel Pizá Batis.

Recientemente, el gobierno aseguró que seguía la ley en el proceso de la privatización, sin embargo, varias cadenas de crucero habían anunciado la cancelación de sus visitas y salidas de barcos de los muelles de San Juan para la temporada 2020-2021. Precisamente Royal Caribbean encabezaba la lista con unas 90 visitas canceladas.

A la reunión con los ejecutivos de las líneas de cruceros Royal Caribbean Cruises y Carnival, asistió Campos junto a Pizá Batis y a la secretaria de la gobernación Zoé Laboy, donde aseguran lograron establecer “un diálogo”, pero no quisieron entrar en los detalles de las conversaciones ni de los acuerdos a los que llegaron.

“No vamos a entrar en los detalles de las conversariones , porque estamos en proceso de  analizar sus planteamientos, sus preocupaciones y poder contestarlos adecuadamente”, dijo Campos.

Según Pizá Batis, las preocupaciones que tiene Royal y que rechazó revelar “es parte del diálogo que estamos estableciendo con las lineas de cruceros”. “Existe la ley 29, no obstante, dentro de la ley 29, entendemos que existe  un espacio, sin comprometer el proceso, de poder establecer ese diálogo. Que el pueblo de Puerto Rico enteinda que la política de la gobernadora es mantener ese diálogo, establecer conversaciones. Fue una charla sincera, fue una conversacion de mucha apertura”, apuntó.

De igual manera, indicó, que en cuanto a la privatización “todavía no se ha adjudicado nada”.

Campos, por su parte, que en lo conversado con Royal, sus directivos manifestaron que desean mantener un diálogo individual con el gobierno.

“Respetando esa privacidad, no vamos a entrar en brindar los detalles de esa conversación y diálogo. Vimos que los temas ya se habían discutico con el pleno de las líneas de cruceros en un sin número de encuentros anteriores incluyendo uno que hizo en octubre”, sostuvo.

Dijo, además, que la compañía le había solicitado respuesta a unas preguntas y que se encuentran en el proceso de contestarla.

“Ellos tienen un sin número de preguntas que el gobierno de Puerto Rico se comprometió en contestar en los  próximos días y ese es el acuerdo”, manifestó.

“Estuvimos allí para escucharlos y para darle continuidad a todas las conversaciones que ya se habían llevado a cabo y reiterar que la gobernadora está abierta al diálogo, que para nosotros no es una opción que las líneas de cruceros mermen su presencia en Puerto Rico, que nosotros llevamos un crecimiento constante de cruceros en  Puerto Rico y estamos  rompiendo récord de llegada de pasajeros. La relación de Royal Caribbean con Puerto Rico y de Carnival con Puerto Rico y todas las otras líneas que llevan décadas haciendo negocios en Puerto Rico es sumamente importante y lo valoramos”, puntualizó.

Problemas en la operación

En tanto, el director de puertos, Joel A. Pizá Batiz rechazó que en su primera parada del transanlático Norwegian Epic en el muelle Panamericano en San Juan se viera matizada por la muerte de varias personas a bordo, así como la existencia de una alegada epidemia.

Aclaró que solo murió un hombre de unos 70 años por causas naturales y que 18 pasajeros y un tripulante presentaron problemas gastrointestinales, quienes fueron trasladados ayer a seis instituciones hospitalarias de la Capital. Según el funcionario, la situación no requirió que el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) activara su alerta 1.  Explicó que para ser activado, el  parámetro son 21 casos en un intinerario de siete noches en el crucero.

Pizá Batiz, explicó que el crucero de unos 15 a 16 días venía de Europa donde pasa el verano y ahora en el invierno se traslada al Caribe. Indicó que su traslado de se debe a “una reorganización de esta línea de cruceros para convertir la operación  ‘home base’ desde Puerto Rico  como parte de la temporada de invierno".

“Este crucero no era de siete noches, era  de 15 porque venía de Europa porque están relocalizando la operación, osea que está muy por debajo de lo que se conoce como alerta 1,  porque ni siquiera llegaron a 21 pasajeros o tripulantes con tipo de situación de salud similar, a pesar de que no solo son siete, sino que fueron 16 días, osea que no conllevó a que se activaran la  parte alerta 1 del CDC ni siquiera la parte 2 que es cuando tienes más de 100 personas y  hasta el CDC puede abordar el barco”, dijo.

No obstante, el funcionario no pudo indicar si los pasajeros habían llegado enfermos o la situación se produjo durante su atraco en la Isla.

A la situación con los pasajeros en el muelle se dio otro cúmulo de situaciones que provocaron una larga espera para el embarque y desembarque de pasajeros, pues el Epic coincidió con la visita de otro de los grandes cruceros, el Freedom of the Seas. Así la operación se tornó complicada para el personal del muelle que tuvo que  manejar la entrada y salida de alrededor de 20,000 personas de ambos cruceros.

Pizá Batiz indicó que entre los factores que incidieron el proceso fue el problema como la mezcla de dos tipos de pasajeros en el desembarque (Norwegian y Freedom of the Seas), que  detuvo  el desembarque. "También la línea tuvo un desperfecto mecánico en una de sus compuertas que tambien retrasó el proceso de desembarque por dos horas", explicó.

Aunque el secretario indicó que el proceso de embarque y desembarque no le corresponde la Autoridad de Puertos, reconoció, en tanto, que se deben realizar unos ajustes en la operación en el muelle para cuando este tipo de embarcación coincida en el muelle, lo que sucederá en varias ocasiones esta temporada.

“Nosotros estaremos teniendo unas reuniones con la Policía de Puerto Rico, también con CBP, con el agente de cruceros para que la experiencia del turista sea una mucho más agradable,. Nosotros no somos  los encargados (del embarque y desembarque), sino de proveer la operación pero estamos siendo un agente componedor y facilitador para que todas las partes pudieramos dialogar estar  coordinado en una operación muy compleja que es la linea de crucero. Manejar el flujo de 20,000 personas en un espacio de tres horas eso es una operación compleja, no solo para el puerto de Puerto Rico, sino para cualquier puerto de calibre mundial”, dijo.

“Van a estar coincidiendo el Freedom y el Epic en múltiples ocasiones durante esta temporada, así que siendo esta la primera ocasión, ya hay muchas lecciones aprendidas y la Autoridad puede facilitar un diálogo entre las partes”, dijo por su parte, la directora de la Compañía de Turismo, Carla Campos.