“Se consuma la traición”, afirmó Dalmau. “El gobernador jugó retóricamente a un falso cumplimiento con su compromiso de campaña. Un gobernador que además había dicho que para él el derecho a la salud es el de más alto rango que hay que defender. Y sin embargo, ahí están, envenenando el suelo de Peñuelas, que además ha sido una comunidad, particularmente Tallaboa Encarnación en Peñuelas, sujeta históricamente a los desmanes ambientales como ocurrió también con la petroquímica Corco”.

Por su parte, el representante Denis Márquez, también del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) dijo en declaraciones recogidas por la Agencia EFE que estaba “indignado” con lo que ocurría en Peñuelas.

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“Anoche quedó certificado una vez más de qué lado y a qué intereses sirve el Gobierno actual. Están del lado de las grandes compañías que sin escrúpulo alguno pretenden generar ingresos a costa del daño a la salud de los residentes de Peñuelas y el área sur y en perjuicio al medio ambiente”, dijo Márquez en un comunicado.

"Toda persona que se respete a sí misma debe estar indignada con los arrestos de anoche y de la movilización de la policía que fungió como lacayo de AES", expresó el legislador independentista, aludiendo al despliegue policial que tuvo lugar en Peñuelas para enfrentar a manifestantes en contra del depósito de cenizas y garantizar el paso de los camiones cargados de ese material, proveniente de la planta eléctrica que opera la compañía privada AES.

Márquez aseguró que la nueva ley firmada por el gobernador Rosselló “fue un engaño al país y una traición al pueblo de Puerto Rico, en particular para quienes están luchando contra el depósito de cenizas tóxicas.

Agregó que “el gobierno, a través de la Junta de Calidad Ambiental (JCA), son cómplices de este crimen ambiental, que actuaron como ‘ladrones en la noche’ al realizar el operativo de madrugada”, y que el tiempo les dio la razón, tanto a él como al senador del PIP, Juan Dalmau, de votarle en contra a la medida.