La ex secretaria Auxiliar del Departamento de Salud, Adil Rosa, renunció esta mañana al ofrecimiento de declarar con inmunidad que le hizo la Comisión de Salud de la Cámara de Representantes.

“No tengo nada que ocultar… vine aquí a decir la verdad”, dijo Rosa, quien comenzó por pedir disculpas a la comisión legislativa por su comportamiento, por momentos hostil, en la vista anterior, del pasado martes.

“Entré en nervios”, dijo para indicar que no ingirió alimentos en todo el día. Alegó, además, haber sido difamada en medios de comunicación.

El presidente de la comisión legislativa, Juan Oscar Morales, acogió la decisión de Rosa, pero le advirtió que aquellos funcionarios que incurrieron en irregularidades en la frustrada compra venta de pruebas rápidas del COVID-19 -a un costo de $38 millones- serían procesados.

“Los actos tienen consecuencias. La decisión de inmunidad se la brindamos y era algo muy de usted decidirlo. La decisión es única y exclusivamente suya”, le advirtió Morales, tras recordarle que está bajo juramento.

La vista, a puertas cerradas, que se transmite por internet continúa hoy con el testimonio la exfuncionaria de Salud, quien alega que el director del “task force” médico, Segundo Rodríguez, le ordenó que comprara un millón de pruebas rápidas a la compañía Apex, a un costo de $38 millones, a pesar de que había ofertas más baratas.

Rosa declaró que Rodríguez le pidió que tramitara la cotización que le había sometido por email, Juan Maldonado de Apex, el pasado 26 de marzo.

De acuerdo con Rosa, el doctor Rodríguez le dijo que llamara al laboratorio Quest para que las primeras 500 pruebas fueran entregadas no en Salud, sino en las oficinas del Centro de Operaciones de Emergencias por encima de las directrices de la entonces secretaria interina, Concepción Quiñones de Longo.

Se defiende Segundo Rodríguez

Pero, el director del “task force” médico, reclamó en una carta, enviada ayer a los presidentes de las Cámaras Legislativas que la opción se la presentó Salud y que el grupo médico “no tuvo objeción”.

Alegó, además, que Quiñones de Longo estaba al tanto “de todos estos esfuerzos”.

Según Rodríguez, “personal de Compras de Salud nos presentó información de que la compañía Apex tenía la capacidad de proveer un millón de pruebas (rapid kits) en cinco días”. Añadió que en esa etapa se estimaba que entre 640,000 y 1.3 millones de personas en Puerto Rico se infectarían con el coronavirus.

“Categóricamente, el ‘task force’ no maneja compras de ninguna índole, sino que es un cuerpo asesor que hace recomendaciones”, dijo el doctor Rodríguez.