En unos dos meses, la Autoridad de Puertos podría dar a conocer si un tercer estibador llegue a los muelles de San Juan para recibir los contenedores de carga que llegan a nivel doméstico o internacional con alimentos, materia prima y hasta medicamentos para ser distribuidos en la Isla, informó el director Joel Pizá Batiz.

Sin embargo, el funcionario estableció que, aún cuando una tercera empresa se una a la competencia, esta deberá contratar con la misma unión que logró paralizar por varias semanas en el pasado verano la llegada de carga a Puerto Rico. Se trata de ILA 1740. Por ello, no supo detallar si se podrá evitar un escenario al vivido en julio pasado.

Pizá Batiz dijo, en entrevista con Primera Hora mientras participaba en el 20 aniversario de la aerolínea Spirit en el aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín, que actualmente la Autoridad de Puertos evalúa la propuesta sometida por la empresa interesada en entrar en competencia. Sin embargo, no quiso divulgar el nombre.

Actualmente, en la Isla hay dos empresas que reciben carga. Estas son la empresa de Luis Ayala Colón, la cual se encuentra en disputa con la unión y recibe el 80% de la carga internacional, así como Puerto Rico Terminal.

Pizá Batiz rechazó que entre estas empresas exista un monopolio. Comentó que el problema es que una nueva empresa debe invertir unos $300 millones para entrar en competencia.

“En la medida es que si nadie quiere hacer las inversiones y otras personas sí lo desean hacer, pues no podemos acusar eso de monopolio”, señaló.

Ahora que hay una nueva empresa interesada en establecerse en unas 19 cuerdas que la Autoridad de Puertos tiene en la zona de los muelles de Puerto Nuevo, se evalúa la propuesta para conocer si hay viabilidad, dijo Pizá Batiz.

“Antes de 60 días podamos decir si sí es viable o no es viable”, expuso.

“Este tercer competidor, esa es una de las cosas que estamos dialogando, cuáles son los clientes que esperan tener, pudieran tener de ambas (carga doméstica e internacional)”, añadió.

Explicó que, de manera inicial, la empresa deberá invertir, al menos, $10 millones para condicionar el puerto para comenzar a recibir carga.

“Si todo sale bien, pues, estaremos haciendo el anuncio público”, indicó.

El beneficio de tener una nueva empresa de carga, según comentó el funcionario, es que habría una fuente de empleo. No obstante, no supo estipular si habría un mejor ambiente para el recibo de esa carga si una de las dos empresas ya existentes se va a huelga o paro, como ocurrió a finales de julio con Luis Ayala Colón.

“De haber un conflicto obrero patronal, pues confiamos que, si este sindicato se pelee con compañía A, pueda seguir ofreciéndole servicio a compañía B, pero claro, al final del día las compañías marítimas contratan con las compañías de estiba. Así que aun en un conflicto obrero patronal, es bien difícil que una salte a la otra. Pero es importante, es la misma unión. En Puerto Rico la única unión que da el servicio al 90% de los muelles es una sola unión. Así que esa tercera compañía sabe que va a tener que contratar con esa única unión”, explicó.