Tres lavamanos portátiles y un termómetro eléctrico les darán la bienvenida a los estudiantes de la escuela Inés María Mendoza, en Caimito, San Juan, ahora que reinicien las clases presenciales.

El proceso será muy divertido para los niños, pues para lavarse las manos tendrán que pisar una bomba de pie para que el agua pueda salir por el grifo. Jabón desinfectante y servilletas estarán disponible para completar el primer proceso de este requisito primordial en tiempos de pandemia por coronavirus. De inmediato, un enfermero les preguntará a los alumnos su nombre y anotará la temperatura registrada en el termómetro.

Ya dentro de la escuela, usada por la designada secretaria de Educación, Elba Aponte Santos, para anunciar el listado de los 115 planteles que podrán comenzar a partir del 10 de marzo sus clases presenciales, imágenes de flechas dirigirán la trayectoria que deben tomar los alumnos. Otros rótulos les recordará dónde depositar la basura o les advierte de las reglas a seguir para evitar los contagios por coronavirus.

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En la escuela Inés María Mendoza estudian niños desde Kínder hasta duodécimo grado, bajo la modalidad de Montessori. Alberga unos 900 alumnos, pero no todos comenzarían en esta primera etapa de educación presencial.

La directora escolar, Hilda Vives Surillo, informó que solo 100 estudiantes se integrarían en este reinicio de clases presenciales. Entre este grupo está toda la matrícula de Educación Especial, ya que los padres accedieron a llevarlos a la escuela.

“Estamos aptos para abrir. No obstante, la semana que viene vamos a acompañar a las familias y a los maestros para estar totalmente listos próximamente”, señaló a Primera Hora.

La orientación principal que le daría la escuela a las familias incluye el modo de entrada a la escuela y los requisitos de caminar de manera unidireccional, entre otras cosas.

“Hay dos entradas a la escuela: Nivel elemental y nivel intermedio y superior. Tenemos dos enfermeros. Estamos listos. Obviamente, no queremos que los padres entren a nuestra escuela si no han sacado una cita previa. Pero sí, estamos para servirles y entendemos que paulatinamente se van a integrar más estudiantes”, informó la directora.

La escuela Inés María Mendoza es amplia y moderna. Sus salones tienen ventanas suficientes para que haya la ventilación cruzada que requirió el Departamento de Salud.

Se observó que estaciones de lavado de mano adicionales fueron ubicadas en varios lugares del patio de la escuela. Mientras, la secretaria de Educación prometió que cada plantel autorizado para abrir sus puertas y recibir estudiantes de manera presencial contarán con mascarillas, equipo para la desinfección y todo el material adecuado para atender la emergencia salubrista.

Pese a las medidas tomadas, Vives Surillo señaló que hay padres “reacios” a dejar que sus niños regresen a la escuela.

Para aquellos estudiantes que se queden en casa, la escuela tendrá disponible a un personal para atenderles.

“Vamos a tener una organización alterna. Los maestros que están aquí presencial, van a trabajar con los estudiantes presencial. Lo otro sería sincrónico para que ellos tengan sus talleres y sus tareas por Teams”, informó.

Especificó que se les enviarían trabajos para realizar en el hogar con fechas para entregar. De hecho, informó que la maestra podría grabarse dando la clase y poner el material en Teams para que el estudiante tenga acces.

“También hay maestros que están prestos a dar las clases simultánea. Si el estudiante está en la casa, tiene su computadora, tenemos el internet para dar ambas clases”, reveló.

Los almuerzos se entregará a los estudiantes para llevarlo a la casa, ya que los comedores escolares están fuera de uso a causa de la pandemia.

Ahora, queda en manos de los padres, los estudiantes y los maestros aceptar los retos que traerá este proceso de reinsertarse a la escuela de manera presencial. Al final de cuenta, del logro que alcancen escuelas como la Inés María Mendoza, dependería que en agosto los 856 planteles que tiene el Departamento de Educación intenten retomar la normalidad.