El 76 % de las empresas en Puerto Rico cuentan con planes de acción para cuidar la salud mental de sus empleados, según reveló el Estudio Regional Tendencias de Salud Mental en Latinoamérica y el Caribe 2019, cuyas conclusiones para la isla fueron reveladas en un comunicado este domingo.

Entre las medidas adoptadas por las compañías figuran campañas de educación mental, servicios profesionales de salud mental y programas de apoyo al empleado, entre otros.

Los resultados de esta encuesta, en la que participaron 880 empresas de 11 países de la región latinoamericana, entre ellos Puerto Rico, fueron divulgados esta semana por la empresa líder local en corretaje de seguros y gestión de riesgo, Marsh Saldaña, y su área dedicada a consultoría y gestión de seguros de salud y beneficios para empleados.

"Es importante que las empresas entiendan la importancia de impulsar culturas corporativas que acaben con los estigmas sobre los problemas de salud mental, de manera que se puedan identificar tempranamente a los individuos en riesgo y ayudarles a prevenir complicaciones mayores, como son el deterioro social, familiar y la falta de productividad", expresó Mari Evelyn Rodríguez, primera ejecutiva de Marsh Saldaña.

La Organización Mundial de la Salud ha estimado que desórdenes del ánimo como la depresión y ansiedad serán las primeras causas de pérdida de la capacidad laboral en los próximos 10 años, a nivel global y regional.

En la región latinoamericana, múltiples factores siguen acelerando este proceso de deterioro de la salud mental de los empleados y, en este contexto, las empresas han tomado medidas para contrarrestar esta tendencia, como ha sido identificado en otros estudios similares, a nivel global.

El estudio señala que una de cada cinco empresas cuenta con políticas de salud mental y programas corporativos para la gestión de la salud mental de sus colaboradores.

Estas organizaciones se enfocan en políticas de prevención de la violencia y acoso laboral en el trabajo (66 %), prevención del abuso del alcohol y sustancias ilícitas (51 %) y la resiliencia en el trabajo a través del entrenamiento, como las acciones más comunes.

A nivel regional, un 21 % de las empresas consultadas afirmó llevar a cabo estudios para medir la salud mental de sus empleados, y hasta un 50 % de esas empresas ha implementado herramientas o estrategias para hacer frente a los problemas hallados en estos estudios.

Factores como el estrés en el trabajo, la preocupación por la estabilidad laboral, la seguridad financiera y las presiones de las redes sociales, así como la concentración de la población en grandes zonas urbanas y su impacto en el desplazamiento y la contaminación, son factores que impactan la salud mental de la fuerza laboral.

De acuerdo con la Encuesta de Tendencias Médicas Globales 2019, los problemas emocionales son el tercer factor de riesgo que más influye en los costos médicos para los programas de salud subsidiados por los empleadores.

Actualmente, las organizaciones deben afrontar dificultades como el estigma social que se impone a quienes admiten padecer dolencias relacionadas con su salud mental, el pobre acceso a servicios de calidad, los altos costos de los tratamientos para estos padecimientos, así como la falta de políticas y legislación apropiadas.