La admistración del presidente Joe Biden declaró este martes como zonas de desastre mayor a los municipios afectados por las fuertes lluvias que se produjeron del 4 al 6 de febrero.

Dicha declaración autorizaría el acceso a los gobiernos municipales y los ciudadanos damnificados a recibir asistencia de los programas de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés).

“Gracias a FEMA y la Casa Blanca por el trabajo en equipo y apoyo”, expresó el gobernador Pedro Pierluisi en sus redes oficiales.

Según un resumen de la orden federal, al que Primera Hora tuvo acceso, cinco de los siete municipios por los que el Primer Ejecutivo solicitó que se emitiera una declaración de desastre mayor el pasado 8 de marzo tendrán acceso al Programa de Asitencia Individual de FEMA, que proporcionará servicios financieros y directos a personas y hogares afectados por alguna catástrofe.

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Los pueblos que tendrán acceso a este programa son Cataño, Dorado, Toa Baja, Vega Alta y Vega Baja.

Por otro lado, el documento señala que “todas las áreas del Estado Libre Asociado de Puerto Rico son elegibles para solicitar la ayuda bajo el Programa de Subvenciones para la Mitigación de Riesgos”, que proporcionaría financiación a los gobiernos estatales y territoriales para reconstruir de forma que se reduzcan, o mitiguen, las futuras pérdidas por algún evento natural en sus comunidades.

“Se podrán realizar designaciones adicionales en una fecha posterior si así lo solicita la mancomunidad y lo justifican los resultados de nuevas evaluaciones de daños”, reza el documento.

Según la misiva que envió el gobernador Pierluisi al presidente Biden, este expuso que hubo 503 residencias en siete municipios que sufrieron percances por las lluvias. Entre los hogares afectados, se encontraban Toa Baja (180), Cataño (165), Dorado (65), Vega Baja (40), Vega Alta (37), Toa Alta (11) y San Juan (5).

Además, el mandatario indicó que el costo estimado de daños para las casas de ese grupo de damnificados es de $2,338,408 millones.

El Servicio Nacional de Meteorología informó que, durante estas fechas, Puerto Rico recibió hasta 16 pulgadas de lluvia, principalmente en los pueblos del norte, lo que provocó severas inundaciones, derrumbes y que varios ríos se salieran de su cauce causando daños a estructuras públicas, privadas y residencias.