El gobernador Pedro Pierluisi indicó este lunes que, ante la escasez de mano de obra para la reconstrucción que se lleva a cabo en Puerto Rico, cuyas obras se anticipa que aumenten en los próximos meses, ha insistido ante las autoridades federales “a alto nivel” para que exploren la posibilidad de establecer un programa de visas de trabajo para inmigrantes.

Sin embargo, admitió que el panorama no era uno optimista, y agregó que el tema de migración era uno “complejo y controversial” en los Estados Unidos.

El comentario de Pierluisi, que ocurrió durante una conferencia de prensa en la que anunció entrega de nuevos equipos para Bomberos, FURA y otros componentes del andamiaje de seguridad pública, se dio en respuesta a una pregunta relacionada a las intercepciones de migrantes en las costas, y la posibilidad de que estuvieran aumentando precisamente porque más migrantes estuvieran intentando llegar atraídos por la alta demanda de mano de obra en la construcción.

“Yo cada vez que tengo la oportunidad de traer el tema de la falta de empleomanía con las autoridades federales a alto nivel, menciono esa posibilidad, que es modificar el programa de H2B, o el programa de H2A, a los efectos de que permita que personas que residen en países de Centroamérica y la República Dominicana, puedan solicitar una visa temporera. Lo que he sugerido es que sea de dos años. La solicitan desde la embajada de Estados Unidos en su país de origen, y si tienen en Puerto Rico un patrono auspiciador, pues pudieran estar acá por espacio de dos años”, comentó Pierluisi.

“He hecho ese planteamiento consistentemente. Tengo que admitir que no tengo respuesta afirmativa”, agregó el gobernador. “El tema de inmigración es un tema complejo y en Estados Unidos es controversial”.

Aclaró, sin embargo, que “lo que sí se me ha indicado en varias oportunidades es que no vislumbremos que se pueda legalizar a alguien que entró ilegalmente. Es decir, que por vía de un programa como este, alguien que llegó a Puerto Rico de forma ilegal o se requedó más allá del tiempo exigido en su visa, que se le pueda legalizar su estatus”.

Agregó que la renuencia a aceptar legalizar por vía de un programa de visas de trabajo a alguien que llegó o se quedó de manera ilegal en territorio de los Estados Unidos, es “porque entienden que va a propiciar mayor inmigración ilegal”.

El gobernador alertó además que, si hay personas llegando de manera ilegal para trabajar en obras de construcción, “eso no es legal”.

“Los obreros que estén laborando en las obras de construcción tienen que tener estatus migratorio legal. Y eso es así. Así el gobierno federal lo exige”, advirtió.

Más allá del tema del asunto de explorar la posibilidad de traer obreros extranjeros bajo visas de trabajo, ante la escasez de mano de obra en la construcción el gobernador aseguró que se están llevando algunas estrategias para incentivar la contratación de obreros.

“Se está pagando más en la industria. Y cada vez más personas se están adiestrando también para entrar a la industria de la construcción. Esta es una de las industrias mejor paga ahora mismo en Puerto Rico”, comentó.

Agregó que se han usado fondos de CDBG-DR para adiestramiento, logrando adiestrar “más de 3,500 personas para la industria”.

A preguntas de la prensa sobre si esos esfuerzos eran suficiente para cubrir la demanda de mano de obra en la construcción, el gobernador sostuvo que no se han notificado problemas en proyectos grandes, pero sí hay más retos en los más pequeños.

“Lo que hemos visto, en los proyectos grandes no ha habido dificultad obteniendo el personal necesario. Presumo que es porque esos contratistas están pagando unos salarios bien atractivos. Donde sí hemos visto que hay veces que tenemos subastas desiertas, y se tiene que utilizar el mecanismo de contratación directa, es a nivel municipal, en el que muchas de las obras son pequeñas. Y eso yo lo interpreto como que es que los contratistas pequeños no tienen la misma capacidad económica de los más grandes, y entonces se les hace más difícil conseguir el personal necesario”, explicó.

Relacionado a este tema, la Asociación Puertorriqueña de Concreteros (APC) emitió recientemente una comunicación pública en la que urge a prestar atención a la falta de mano de obra, al tiempo que aumenta la demanda por cemento y agregados, para poder ejecutar las obras de construcción a través de todos los municipios, que incluye obras de infraestructura que abarcan “carreteras y puentes, sistemas de tránsito, represas y diques, y nuestros sistemas de agua potable y aguas residuales”.

Según el nuevo presidente de APC, Pedro Ramos, “todos estos grandes proyectos llegarán a convertirse en obra y tenemos que preguntarnos si Puerto Rico está listo para producir tanto concreto”.

Ramos sostuvo que “la industria del cemento y de los agregados está preparándose para suplir a alta demanda” de todos esos proyectos, pero insistió en alertar que “persiste la necesidad del recurso humano para producir y operar los equipos de construcción”.

“El éxodo de personal calificado en la construcción ha sido masivo. La industria del concreto necesita seguridad y compromiso de parte de los dirigentes de la industria pública y privada en las proyecciones de proyectos y obras a ejecutar con el fin de estar alineados y listos para su ejecución”, reclamó el líder de la APC.

Ramos alertó además que el panorama para los concreteros se agrava por el “alza en los costos de materiales y mano de obra”, que “limitan los márgenes de este tipo de operación a valores que no exceden el 7% de utilidad”.

El gobernador Pierluisi, sin embargo, comentó que considera que esa situación de escasez de obreros para la construcción está dando “porque la economía está sólida, y porque la construcción está bien activa”.

A la pregunta de si no temía que, ahora que se anticipa una avalancha de proyectos grandes, no temía que se atascaran por falta de mano de obra, Pierluisi sostuvo que “los proyectos se irán sacando en la medida que tengamos la capacidad para hacerlo”.

“Tenemos fondos y proyectos para muchos años más. Cuanto antes los llevemos a cabo, mejor. Pero, obviamente, la obra se irá adelantando según nuestra propia capacidad”, auguró.

“Pero las estadísticas aquí son bien claras. Se ve una diferencia bien marcada desde enero del 2021 al presente en todo, en número de proyectos en construcción, desembolsos efectuados. Y seguirá aumentado. Esto arrancó y no hay quien lo pare. Y esto va a tomar muchos años. Estas obras permanentes toman muchos años. Algunas son obras complejas que el proceso de diseño, permisología, y la misma contratación, puede tomar fácilmente seis meses, ocho meses y hasta más, dependiendo de la complejidad de la obra”, sostuvo.