Notablemente incómodo y con voz temblorosa, el recién designado a secretario del Departamento del Trabajo y Recursos Humanos (DTRH), Carlos Rivera Santiago, explicó cuál fue su intervención en el caso contra la niña Alma Yariela Cruz -la menor víctima de bullying racial que culminó siendo imputada de faltas en un tribunal cuando se defendió de las agresiones que le hacían otras niñas en su escuela-, al tiempo que entiende que no tiene que pedir disculpas por lo trascendido, aunque calificó los hechos como “lamentables” para todas las partes involucradas.

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A preguntas de periodistas en su primera conferencia de prensa, el abogado explicó que el caso de Alma Yariela ya había sido radicado ante los tribunales cuando entró en funciones como secretario auxiliar de menores y familia en el Departamento de Justicia para el 2017.

En aquel momento, en la sala de menores del tribunal de Carolina se ventilaba el caso contra la menor -para entonces de 11 años y perteneciente al programa de Educación Especial- a quien se le habían radicado faltas por agresión simple, amenaza y alteración a la paz. Para ese periodo la hoy gobernadora Wanda Vázquez Garced era la secretaria del Departamento de Justicia y jefa del hoy designado a la secretaría del Departamento del Trabajo.

Alma Yarida Cruz, acusada de empujar y hablar soez a dos compañeras de clase.
Alma Yarida Cruz, acusada de empujar y hablar soez a dos compañeras de clase. (Tony Zayas)

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Las imputaciones contra Alma Yariela estaban sustentadas en el testimonio de otras dos menores -compañeras de clases- que denunciaron que la menor las empujó, les habló en lenguaje soez y las amenazó con lanzarlas por unas escaleras. Alma Yariela y sus familiares siempre mantuvieron la versión de que la niña solo se defendió de un patrón de bullying, pues era constantemente burlada por cuestión de su raza negra.

“Cuando estuve como secretario auxiliar de menores ya ese caso estaba radicado. Ese caso no lo trabajé yo, lo trabajaron unos procuradores de menores de la región de Carolina”, sostuvo.

Se le inquirió saber si estaba justificando los hechos con su argumento o desligándose de su responsabilidad de entonces como jefe en mando de los procuradores que trabajaban en el caso.

“Yo no estoy diciendo que se releva de responsabilidad. Yo lo que estoy diciendo es que había unos procuradores que estaban trabajando el caso. Ya estaba previamente radicado… Ese caso, ciertamente, fue un caso lamentable para todas las partes. Aquí había una niña. Había tres menores: la menor imputada y las menores perjudicadas. Todas de 11 y 12 años negras y pobres, que es lo que ha salido públicamente”, acotó.

En febrero de 2018, el Departamento de Justicia desistió del caso criminal en contra de la niña de educación especial, pues las madres de las presuntas víctimas no querían que sus hijas declararan con periodistas presentes.

“Para mí es lamentable porque el pasar un proceso tanto de imputada como de perjudicada en el tribunal eso nadie lo quiere y el mejor escenario sería que eso nunca hubiese ocurrido”, agregó al explicar que el caso se llevó a tribunales porque así era el interés de las partes querellantes y porque las imputaciones se sostenían en el estado de derecho. “Había criterios legales”, dijo.

Aunque no quiso abundar por asuntos de “confidencialidad”, sostuvo que el caso de Alma Yariela nada tuvo que ver con cuestión de raza.

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“No tiene que ver con el color. Lamentablemente, tengo que decir que menores de distintas razas, credos, creencias religiosas o ideologías que puedan tener, van al tribunal. Esto no tiene que ver con escuela pública, escuela privada, es lamentable. Ciertamente, yo entiendo que la rehabilitación de los jóvenes, trabajar distintas medidas, la educación, pues van a ser un disuasivo y tenemos que trabajar hacia eso”, manifestó.

Expresó que por iniciativa suya y de su equipo de trabajo -e inspirado en el caso de Alma Yariela- se hizo una orden administrativa en el Departamento de Justicia para promover una política pública que promueva la mediación de conflictos entre menores a través de trabajadores sociales de las escuelas. Dijo que el proceso debe involucrar a los padres.

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Se le preguntó al designado si estaría dispuesto a pedirle una disculpa a Alma Yariela y su familia por el proceso que atravesaron.

“Yo entiendo que yo no tendría que pedirle disculpas públicas a nadie en ese sentido. Yo sigo insistiendo en que es lamentable. Es lamentable que las perjudicadas como la imputada pasaran por este proceso… yo lo que sí puedo decir que lamento mucho que haya menores expuestos a unas circunstancias que uno no quisiera”, respondió.