Ciudadanos del sur se autoconvocaron a las letras de Ponce para celebrar en un abrazo de amor la renuncia del gobernador Ricardo Rosselló.

Allí llegaron familias de toda la zona quienes en franca camaradería levantaban sus banderas y saludaban a aquellos que pasaban por la transitada autopista.

Para el médico retirado Jerry Ramos "esta es una manifestación de pueblo para poner las cosas en orden para que los políticos sepan que no estamos dispuestos a seguir tolerando esa vieja política que tanto daño nos ha hecho".

El galeno llevó las banderas que utilizó para la marcha de Vieques en el 2000 en señal de la lucha ciudadana porque "tienen su historia y por eso decidí traerlas hoy y las conservé con mucho cariño".

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Mientras que la directora del Coro de Niños de Ponce, María Inés Suárez admitió que el país aún se encuentra en un compás de espera y por eso los puertorriqueños no deben bajar la guardia.

"El país está en un compás de espera porque estamos a punto de tener a un gobernador que no ha sido electo con una Junta de Control Fiscal que tampoco ha sido electa y que no sabemos qué finalmente acabará haciendo el gobernador. De aquí al viernes esto no se ha acabado, no se puede bajar la guardia y todo lo que se ha logrado hay que mantenerlo, sobre todo, lo que hemos podido ver de manifestaciones diaria sin que, gloria a Dios, no se haya derramado una gota de sangre", confesó la fundadora del coro ponceño.

Se unieron a la celebración por la dimisión del gobernador.

Otra de las que acudió a la celebración fue la chef Omarilys Soler Ithier, la cual llevó a su hija de 13 años "porque es bien importante, tanto para mí como para mi esposo, que ella entienda lo que es defender sus derechos y defender el futuro de nuestra Isla", expresó la chef profesional y nutricionista holística.

En tanto, el trabajador social Emanuel Resto quien es natural de Gurabo, dijo presente en la manifestación sureña.

"He participado en diferentes manifestaciones, no solamente en esta administración sino en administraciones anteriores, en diferentes luchas y llegó un momento dado que uno se preguntaba si el pueblo había perdido la capacidad de indignarse porque veía que la gente no se levantaba, que no se movían y está vez que tanta gente se ha tirado a las calles, que no hecho falta un líder, que es algo de pueblo y no es algo de partidos, realmente me da mucha satisfacción pertenecer a esta generación que pudo ver este momento", sostuvo Resto de 36 años.