El sol candente no fue impedimento para que un joven grupo de trabajadores cosechara la dulce piña en la finca municipal ubicada en el barrio arecibeño de Miraflores.

Hasta allí llegó ayer varios estudiantes que participaron de una propuesta federal que presentó el Municipio a través de su corporación Arecibo, Inc. para que tuvieran una experiencia laboral, durante un mes. Unos se destacaron en el Arecibo Water Park y otros participaron de un curso de fotografía.

En años anteriores, varios grupos han participado de la iniciativa.

“Es darle una experiencia laboral diferente, que aprendan de la agricultura, cómo hacer un huerto en nuestra casa y cómo cuidar nuestras facilidades municipales”, dijo el alcalde.

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Los 25 jóvenes, que se beneficiaron de los fondos federales logrados a través del Consorcio del Norte-Central, se reunieron  en la finca, donde hay 3.8 cuerdas sembradas con el fruto. 

Un total de 400 cajas, de 40 libras cada una, fueron empacadas para ser entregadas a un distribuidor, aseguró el agronómo municipal Mariano Ramos.

Esta finca es uno de los proyectos que tiene el alcalde para generar ingresos. En otras cuerdas se siembran ñames y yautías.

Los jóvenes, de entre 16 y 18 años de edad, tras escuchar una charla sobre la importancia de la agricultura, disfrutar de un refrigerio y ponerse los guantes, dejaron la carpa que los guarecía del sol y se fueron a disfrutar de la cosecha.

Además de la experiencia en la finca, Nathalie Molina participó del curso de fotografía, el que disfrutó mucho. (Suministrada / Joshua Betancourt)
Además de la experiencia en la finca, Nathalie Molina participó del curso de fotografía, el que disfrutó mucho. (Suministrada / Joshua Betancourt)

Entre todos hicieron una cadena y las piñas pasaron de mano en mano hasta llegar a la caja que a su vez era montada en una van hasta su destino. 

Ninguno había tenido experiencia cosechando el fruto, el que  tarda de 14 a 16 meses en estar en su punto.

A Kenneth de Jesús, de 17 años, le entusiasmó visitar la finca. 

“Está gufeao. Estaba esperando venir acá para cortar par de piñas”, dijo el joven natural del municipio  que reconoce que fue una experiencia única el trabajar en el Arecibo Water Park.

Mientras, Joshua Vega, de 18 años y también de Arecibo, indicó que “estos dos últimos días han sido buenos. Conocí muchas personas”.

Sobre lo que es su primera experiencia laboral indicó que “me fascinó trabajar en el Water Park… Me impresioné ver personas de tantos pueblos”.

Un total de 400 cajas, de 40 libras cada una, fueron empacadas  para ser entregadas a un distribuidor. (Suministrada / Joshua Betancourt)
Un total de 400 cajas, de 40 libras cada una, fueron empacadas para ser entregadas a un distribuidor. (Suministrada / Joshua Betancourt)

Para Nathalie Molina, de 16 años,  el trabajo que realizó en su pueblo  natal  le hizo pensar que sería bueno estudiar periodismo.

“Yo estuve en fotoperiodismo... Tomé fotos de todo el pueblo… y estas saldrán en una revista. La experiencia fue muy bonita”, dijo  la joven que también hace labor comunitaria.

La lluvia amenazó con empapar las cajas, por lo que una carrerita para protegerlas no estuvo mal.

Finalmente, el alcalde picó algunas piñas, jugosas y dulces como la miel, y todos las degustaron.

¿Y cuándo es que está?

-El agrónomo Mariano Ramos dice que para saber si una piña está madura debe tener la primeras tres líneas de botones en color amarillo.

-Los trabajadores en la finca saben cuándo está madura porque el brix (grados brix) debe estar entre 11 y 12. Se trata de un detector que mide la cantidad de azúcar.

-Antes de consumir la piña, la puedes dejar dos o tres días con la corona hacia abajo, ya que su azúcar está en la base. Así se endulzará todo el fruto.

-El olor de la piña madura es peculiar. Si huele a fermentada, la ve negra o está supurando, no la compre.

-Cuando la toque, tiene que estar firme. No debe tener ningún hueco.

-La piña que tiene corona es la cosechada aquí. La importada viene sin ella.