Más allá del señorío y los  icónicos espacios que caracterizan a Ponce, existen tesoros que gran parte del pueblo desconoce. Para descubrirlos, basta con mirar hacia el turismo sostenible para encontrar  una ventana de nuevas aventuras sin tener que viajar a otros destinos.

En su interés de demostrarlo, la Compañía de Turismo de Puerto Rico realizó una visita de familiarización a la región Porta Caribe para explorar otras oportunidades, desde la montaña hasta la costa, como parte del Día Internacional del Turismo. 

Uno de los lugares escogidos fue Hacienda La Mocha, una emblemática casona ubicada en el barrio San Patricio, a 40 minutos del casco de la Ciudad Señorial. 

El espacio fue rescatado por el doctor Rigoberto Ramos González y su esposa, Magda Nieves Rivera, quienes transformaron la vieja estructura en un hotel verde de ocho habitaciones, que trabaja en armonía con el medioambiente. 

Esto ya que el matrimonio se encargó de proteger las ruinas que hace un siglo albergaban las paredes de una escuela, mientras decoraron cada espacio con antigüedades y muebles rescatados que resaltan la magia del lugar.

De hecho, el teatro donde se presenta la historia de este sector, cuenta con las sillas que alguna vez formaron parte del anfiteatro de la Universidad Católica. 

Otro aspecto que destaca esta hacienda es la conexión directa con el entorno, cuyos ventanales dan la bienvenida al aire fresco que acaricia el monte.

Asimismo, cuentan con una serie de recorridos por la hacienda cafetalera y ofrecen al visitante la experiencia de conocer el santuario de aves endémicas y diversas especies de mariposas.

“La respuesta ha sido espectacular, entendemos que a la gente le gusta. Una vez que vienen a explorar, y a ver el área, se enamoran del concepto de la casona y planifican con su familia, porque disfrutan del fresco ambiente, del silencio, las aves, hacemos fogatas por la noche y, si el clima lo permite, vemos las estrellas”, expresó el propietario a Primera Hora.

La hacienda es atendida por sus dueños y por una serie de empleados que, en su mayoría, provienen de ese sector.

“Esta es una experiencia inolvidable, especial. Que una familia te reciba en su hacienda, que disfrutes de esa experiencia, que te puedas tomar una taza de café, hacer un recorrido por la finca, compartir y ver aves endémicas, de eso es que se trata”, expresó José Alberto Reyes Feliciano, director auxiliar de la Compañía de Turismo en la región Porta Caribe.

“Puerto Rico es una combinación internacional espectacular, de diferentes atractivos turísticos, desde turismo náutico, turismo de aventura, turismo ecológico, turismo de playa, de gastronomía. Aquí hay una diversidad de productos turísticos para ofrecer al que nos visita que en eso es nuestro empeño”, agregó Reyes Feliciano.

Luego de degustar las delicias de la montaña, el visitante tiene otras alternativas mientras retoma su camino hacia la Perla del Sur.

En esa dirección, la Compañía de Turismo recomienda el Cayo Cardona. Para acceder a la experiencia, hay que llegar al Complejo Recreativo y Turístico La Guancha donde se aborda una lancha de Waterland Adventure.

El recorrido hacia el islote es de unos diez minutos desde que se aleja de la bahía, para adentrarse en un entorno  en el cual podrá bucear, acampar y adentrarse entre las olas que bañan el islote.

“La isla es pequeña, pero suficientemente cómoda con grupos de 40 hasta 49 personas por viaje. Tenemos un faro, tiene una bandera de Puerto Rico y es uno de los puntos de interés para los visitantes”, dijo Reyes Feliciano.