Un incidente desgraciado cambió el destino de una familia en el barrio Hatillo de Villalba, a causa de una explosión que cobró la vida del agente Edgard Maisonet, de 40 años.

La tragedia también afectó a su esposa Rebecca Rosado y a tres de sus hijos, quienes perdieron todo, aquella mañana del domingo 1 de septiembre.

Sin embargo, a pesar del dolor de perder a su amado, hoy la semilla que juntos sembraron rindió sus primeros frutos al llegar a su hogar totalmente renovado.

El milagro fue producto del esfuerzo conjunto de policías estatales, compañeros de Edgard y Rebecca, además de policías municipales de Juana Díaz y Villalba, que hicieron posible este regalo de amor.

Al enterarse de la tragedia, compañeros de trabajo del matrimonio afectado unieron esfuerzos junto a los ayuntamientos de Villalba y Juana Díaz y la Policía Municipal, los cuales pusieron manos a la obra y restauraron la estructura en tan solo varias semanas.

Según la información divulgada, el cuarto principal fue remodelado en su totalidad, al igual que los cuartos de los hijos del matrimonio; una fémina y tres varones. También, renovaron gran parte de la sala y comedor. Se le colocaron nuevos enseres en la cocina, sala y laundry, y se instaló aire acondicionado a todas las habitaciones.

Así se veía la casa el día de la explosión.
Así se veía la casa el día de la explosión.

Allí estuvo el comisionado de Seguridad Henry Escalera, los alcaldes Juana Díaz y Villalba, Ramón Hernández Torres y Luis Javier Hernández Ortiz, respectivamente, junto a decenas de policías y vecinos que acompañaron a esta familia en el retorno a su hogar.

También, llegaron los padres del agente fallecido, quien era natural del barrio Ollas de Santa Isabel, y que, aunque tristes por la pérdida de su hijo, se mostraron agradecidos de la ayuda brindada para que esta familia regrese a su casa.

“Estoy más que agradecida de todos porque yo no me esperaba una casa tan hermosa. Estoy emocionada porque vi cómo quedó mi hogar luego de la explosión y llegar hoy aquí y ver que hermosa quedó, tengo que llorar y expresar que Dios es maravilloso y se dejó ver por medio de mis compañeros y compañeras. Gracias también al alcalde de mi pueblo Luis Javier y al alcalde de Juana Díaz, Ramoncito Hernández”, dijo Rebecca, quien regresó a su casa a casi un mes de la tragedia.

Por su parte, el alcalde de Villalba tuvo palabras de aliento y solidaridad con los familiares y los exhortó a seguir luchando y buscando la paz, la felicidad y la tranquilidad en medio del dolor. De igual forma, se puso a la disposición de Rebecca y de sus hijos, para cualquier otra ayuda que necesiten para su hogar.

De otro lado, el comisionado Henry Escalera felicitó y agradeció a todos los que, de una forma u otra, pusieron su granito de arena para que Rosado y sus retoños pudieran disfrutar nuevamente de su hogar totalmente remodelado y amueblado. Dijo, además, que se mantendrá pendiente de que la agente del Cuerpo de Investigaciones Criminales de Ponce pueda seguir recibiendo la ayuda necesaria para enfrentar la tristeza de la muerte de su esposo y también agente de la Policía.

“Muchos fueron los que pusieron sus manos, su tiempo, su dedicación y esfuerzo, para que estos seres humanos hoy vuelvan a tener un hogar digno y representativo de una familia unida y favorecida. Aquí se demostró el verdadero espíritu del puertorriqueño, que es darle la mano y la ayuda al que está en sufrimiento, al que está en necesidad. Policías tanto Estatal, como Municipal, vecinos, voluntarios y Alcaldes de dos municipios, todos unidos para sembrar amor y esperanza en donde hubo tragedia y dolor, de eso se trata la sana convivencia entre unos y otros” dijo la agente Iris Colón de la oficina de Comunicaciones y Relaciones Con La Comunidad de la Policía de Puerto Rico.