Numerosos ejecutivos de una empresa de telecomunicaciones de Francia están siendo enjuiciados, acusados de crear un ambiente tan hostil en la compañía que muchos empleados se suicidaron.

En total 19 personas se quitaron la vida, otras 12 lo intentaron y nueve cayeron en severas depresiones en un lapso de tres años en la compañía Orange.

Hace una década _en ese entonces la empresa se llamaba France Telecom_ estaba pasando por un proceso de recortes de puestos y modernización.

Los sindicatos denuncian que aún hoy en día las grandes corporaciones francesas no han aprendido de esa experiencia, y unos 200 activistas protestaron el lunes frente al tribunal exigiendo que los ejecutivos sean declarados culpables.

Entre los acusados está en expresidente de France Telecom, Didier Lombard, el exdirector de recursos humanos Olivier Barberot y el exsubdirector ejecutivo Louis-Pierre Wenes. Todos declararon brevemente el lunes, uno por uno, en el juicio, hasta ahora el más grande en la historia de Francia para un caso de ambiente hostil en una compañía.

Se les acusa de "condiciones laborales degradantes para el personal que puso en peligro sus derechos y su dignidad, afectó su salud física o mental o puso en peligro su futuro profesional”.

Otros cuatro ejecutivos quedan como sospechosos de complicidad en el caso.

En Francia, el hostigamiento moral es punible por un año en prisión y una multa de 15,000 euros (16,790 dólares). La misma Orange está en juicio, y el tribunal podría ordenarle resarcir monetariamente a las víctimas.

La investigación en torno a la ola de suicidios de empleados entre los años 2007 y 2010 se abrió tras denuncias presentadas por el sindicato Sud. Se ha dicho que en ese entonces, Lombard desestimó las muertes diciendo que “eso es lo que está de moda”.