El alcalde de la ciudad de México prometió el lunes que se realizará una amplia investigación para dar con los asesinos de cuatro mujeres y un fotoperiodista, en un caso que ha provocado indignación dentro y fuera del país.

Organismos internacionales condenaron el crimen del fotoperiodista Rubén Espinosa, quien había huido del estado donde trabajaba por temores a su seguridad, y reclamaron que una rápida investigación para evitar que su muerte quede impune.

"A todos nos indigna este crimen", dijo en rueda de prensa el alcalde de la capital mexicana, Miguel Angel Mancera.

"No habrá impunidad en este asunto", prometió y aseguró que "ninguna línea de investigación está descartada ni se descartará".

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Colaborador de la revista Proceso y la agencia Cuartoscuro, Espinosa fue sepultado el lunes en un cementerio de la ciudad de México, donde familiares, amigos y colegas periodistas lo despidieron.

"Llegó a la línea siendo un guerrero muy valiente. Es un orgullo para la familia", dijo Alma Espinosa, hermana de Rubén, una vez que el ataúd quedó tapado por la tierra.

"Ustedes que son periodistas aprendan de su valentía, tengan mucha suerte y cuídense mucho", añadió y dijo que la familia no haría más declaraciones.

Grupos de protección a periodistas en México han manifestado sus temores de que las autoridades no consideren que el crimen de Espinosa, de 31 años, podría estar relacionada con su trabajo, a pesar de que el propio fotoperiodista y varios de sus colegas habían dicho que dejó el estado de Veracruz donde trabajaba por temores a su seguridad.

En México ha sido común que cuando se registran ataques a periodistas las autoridades suelen rechazar de inmediato que tengan algo que ver con su trabajo profesional, aunque el país es considerado el más peligroso en Latinoamérica para ejercer esa profesión.

Un 90% de los asesinatos de periodistas en México desde 1992 han quedado impunes, según el Comité para la Protección de Periodistas.

Espinosa y las cuatro mujeres fueron asesinados el viernes en un departamento de la capital. Todos tenían un tiro en la cabeza.

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos señaló en un comunicado que recibió información de que los cinco tendrían marcas de tortura y violencia sexual.

Las autoridades no han identificado a las cuatro mujeres, aunque la oficina de la ONU señaló que una de ellas era Nadia Vera, una estudiante y defensora de derechos humanos.

La Procuraduría de la capital ha dicho que una de las mujeres también sería una ciudadana colombiana, aunque en la embajada de Colombia en México dijeron que no tenían aún confirmación de eso.

"Si las investigaciones confirman que este aberrante múltiple homicidio tiene relación con la labor periodística de Rubén Espinosa, estaríamos en presencia de un acto gravísimo contra la libertad de expresión que, sin duda, causa un efecto inhibitorio en el ejercicio del periodismo en México", señaló el Alto Comisionado de la ONU en México.

Un reporte de la ONU sobre libertad de expresión de 2010 señaló que la impunidad es uno de los "mayores obstáculos" para el ejercicio periodístico.

La Sociedad Interamericana de Prensa se sumó a la condena del crimen del periodista y las cuatro mujeres.

"Es lamentable que el periodista fuera asesinado precisamente en la ciudad de México a donde buscó refugio para resguardar su seguridad física", dijo en un comunicado el presidente de la organización, Gustavo Mohme.

Amigos han dicho que Espinosa dejó Xalapa, la capital de Veracruz, en junio después de que les comentó que desconocidos lo seguían, le tomaban fotografías y molestaban fuera de su casa.

Veracruz, en el este de México, es el estado más peligroso para la prensa con 11 periodistas asesinados desde que el gobernador Javier Duarte asumió el poder en 2010.