Willemstad, Curazao. Las autoridades de Curazao abordaron este sábado un buque que arribó a la isla holandesa del Caribe bajo cuarentena para iniciar la vacunación de las personas a bordo y prevenir un brote de sarampión.

Las autoridades sanitarias dijeron que sólo las personas vacunadas o que han padecido sarampión podrán abandonar la nave de 134 metros que, según trascendidos, pertenece a la Iglesia de la Cienciología.

El epidemiólogo local Izzy Gerstenbluth dijo a The Associated Press que un pequeño equipo está evaluando a las más de 300 personas a bordo y que el proceso podría prolongarse hasta el día siguiente.

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"Si permitimos que suceda, el sarampión se extiende a lugares donde el riesgo de complicaciones graves es mucho mayor, sobre todo cuando hablamos de países pobres donde el nivel de resistencia de la gente es más bajo", explicó.

Las autoridades temen que la gente en la nave haya estado expuesta al virus después que se diagnosticó el mal en una tripulante que regresó de Europa.

Gerstenbluth dijo que la mujer arribó a Curazao el 17 de abril y consultó a un médico el 22 porque tenía síntomas de gripe. Se confirmó que era sarampión el 29 de abril y las autoridades sanitarias curazoleñas alertaron a Santa Lucía, hacia donde ya había zarpado la nave.

La nave Freewinds estaba bajo cuarentena en Santa Lucía, pero regresó a su puerto de origen en Curazao el sábado por la madrugada.

Gerstenbluth dijo que sería fácil transmitir la enfermedad en un buque pequeño. "Es lo que sucede cuando no nos vacunamos", acotó.

Los síntomas del sarampión incluyen mucosidad fuera de lo común, fiebre y sarpullido rojo. La mayoría de la gente se cura, pero en algunos casos puede provocar neumonía, inflamación del cerebro e incluso la muerte.

En Estados Unidos, más de 700 personas en 22 estados han contraído este año la enfermedad, cuya reaparición se debe a la desinformación sobre la vacuna, según las autoridades federales.

La Iglesia de la Cienciología no ha respondido a los pedidos de declaraciones.