LA HABANA, Cuba.- El gobierno cubano colocó hoy a la ciudad capital en “fase de rehabilitación”, tras el potente tornado que afectó populosos sectores de La Habana y que provocó tres muertos y 172 heridos, 12 de ellos en estado de gravedad.

La fase de rehabilitación es asignada a aquellas zonas del país que son afectadas por algún evento que requiere de la intervención urgente de las autoridades. Es parecido a las zonas de desastre que se asignan en Estados Unidos.

Según las cifras preliminares del gobierno cubano, a raíz del tornado se reportaron tres fallecidos y 172 lesionados, siete de ellas han requerido de intervenciones quirúrgicas. 

Asimismo, se registraron 125 derrumbes de viviendas, entre totales y parciales, caída de postes eléctricos y árboles, vehículos volcados o dañados, así como afectaciones de distinto nivel a instalaciones estatales, incluyendo 13 escuelas y varios hospitales. La fábrica de metales de La Habana, por ejemplo, perdió casi toda su cobertura de planchas de metal.

Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba en la capital, y otros directivos, sostuvieron que las principales pérdidas surgieron en los servicios de comunicaciones y electricidad debido a los postes y árboles caídos.

Mario Castillo Salas, director general de la Empresa Eléctrica de La Habana, expresó que más de un millón de habitantes se vieron sin servicio eléctrico el domingo por la noche, aunque ya la mitad tiene luz. Las zonas más dañadas tardarán más tiempo en tener de vuelta el servicio, aunque personal de refuerzo de otras provincias fue despachado a La Habana para ayudar en el levantamiento del sistema allí.

También hubo pérdidas de los preciados tanques de agua que usa la población, mucho de ellos porque volaron con los vientos o se volcaron, por lo que dirigentes del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos anunciaron que podrán ser sustituidos de forma inmediata.

El hospital pediátrico Hijas de Galicia, ubicado en el municipio de 10 de octubre, resultó muy dañado por el fenómeno atmosférico y los pacientes fueron trasladados a otros centros de salud.

La Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A. (Etecsa) informó a través de sus redes sociales que trabajan para restablecer los serios daños que sufrió la red de telecomunicaciones en los municipios capitalinos más golpeados por el tornado.

“Se trabaja de manera priorizada en el restablecimiento de la red móvil y los sitios wifi y paralelamente en la planta exterior donde se concentran las principales afectaciones”, expresó la empresa.

“Las fuerzas de Etecsa en el territorio y brigadas de apoyo de Artemisa, Mayabeque, Pinar del Río, Matanzas, Villa Clara y Cienfuegos permanecerán movilizadas hasta el total restablecimiento de los daños. Igualmente mantendrá informada a la población sobre las labores de recuperación por los medios masivos de difusión y los canales institucionales”, agrega el comunicado.

(Para Primera Hora / Benjamín Morales)
(Para Primera Hora / Benjamín Morales)

Por su parte, Manuel Marrero, ministro de Turismo, expresó que “hemos realizado un recorrido posterior al evento meteorológico ocurrido en la capital en la noche de ayer. Todas las instalaciones turísticas se encuentran operando, pues no han sufrido afectaciones”.

Los vientos de la tempestad que causó el tornado superaron en ráfaga las 70 millas por hora y vinieron acompañados de fuertes lluvias y tronadas.

Los vientos del tornado fueron todavía más violentos. 

El sitio oficial Cubadebate conversó con el especialista del Instituto de Meteorología de Cuma (IMC), Miguel Ángel Hernández, quien señaló que “tenemos un equipo en el campo que está trabajando en el área de desastre, todavía no tenemos la información exacta, se van a buscar indicadores en la destrucción y posteriormente se va a emitir un dictamen por especialistas del Instituto”.

Indicó que el fenómeno comenzó en el municipio 10 de octubre y terminó en la zona de Berroa, en el municipio de Guanabacoa, al este de La Habana.

Sostuvo que “fue un fenómeno severo, que se produce delante de los frentes fríos. Otras veces no ha sido tan extremo, pero es un fenómeno que se comporta así cuando los frentes fríos son activos, porque tuvimos una baja extratropical muy cerca de nosotros”.

Indicó que creen que el tornado pudo estar entre las categorías F3 y un F4. Este último supone vientos mayores a 200 millas por hora. 

“Los daños son devastadores, locomotoras y camiones pueden ser lanzados fácilmente por los aires. Un F3 puede arrancar árboles raíz, derribar paredes, tejados y hasta edificios sólidos pudieran ser derrumbados. Un F2 puede levantar tejados de algunas casas y mover autos ligeros. Estos fenómenos son súbitos y pueden durar una hora o menos. Se forman y se desvanecen muy rápido, aunque es posible que caminen varios kilómetros. Es un fenómeno de muy difícil pronóstico. Se forma súbitamente”, añadió el especialista, quien dijo que no se veía algo parecido en Cuba desde 1940.

La experiencia vivida por cientos de miles de cubanos el domingo en la noche fue espeluznante. Las imágenes mostradas en la televisión y medios cubanos, las redes sociales, así como las constatadas por El Nuevo Día, son dantescas.

Todo comenzó temprano en el día, cuando las autoridades emitieron un alerta de clima severo, producto de una tempestad formada en el Golfo de México que llegaría en horas de la noche a la parte occidental de Cuba.

El IMC emitió un parte de tormentas eléctricas peligrosas rondando la 1:00 de la tarde y pidió a la población estar lista para una situación de peligro extremo. 

Los frentes fríos, como los conocen en la isla, son habituales en esta época del año, por lo que los cubanos se prepararon para las cotidianas entradas de mar en las zonas bajas, lluvia y algunos vientos fuertes, y no tomaron tan en serio las alarmas dadas por el gobierno, sin conocer que el fenómeno atmosférico tenía sus propios planes. 

Tras un día en calma y hasta soleado, con la llegada de la noche, el mar se picó, el cielo se encapotó y el viento comenzó a silbar.

Rondando las 8:45 de la noche se desató el infierno. Fue la hora más larga que muchos de los residentes de la capital han vivido en su toda su existencia.

Hasta las 9:45 p.m. el intenso tornado golpeó con dureza a varios de los municipios de la periferia capitalina, entre ellos 10 de octubre, Santos Suárez, Luyanó, Regla, Guanabacoa, San Miguel del Padrón y Habana del Este, así como los repartos Chivas y Celimar, y las zonas de Casino Deportivo y La Víbora, dos populosos sectores de clase media.

“Sentimos como si viniera un avión para encima y de pronto explotara una bomba, qué cosa más terrible”.

Ése es el sonido que José Acebo Covas, de 83 años, tiene vívido en su cabeza, uno que jamás olvidará, pues en sus 40 años viviendo en el reparto Casino Deportivo de La Habana, jamás se había topado con una experiencia como la experimentada entre la noche del domingo y la madrugada del lunes, cuando en medio de una intensa tempestad, un tornado golpeó con toda su fuerza el vecindario.

“Qué iba a pensar yo que era un tornado. Yo nunca había visto una cosa así por aquí. Ni el más fuerte de los huracanes había hecho tanto daño, todavía no puedo creerlo”, sostiene Don José, mientras muestra a El Nuevo Día cómo la fuerza de los vientos destruyó el interior de su casa e, incluso, tiró abajo los muros de ladrillo que levantó en su patio.

Los testimonios de los cubanos expresan el terror que vivieron.

Ángel Pérez tiene 72 años y vive con su esposa y su cuñada, de 84 y 92 años, respectivamente. Los vidrios de las ventanas explotaron y el viento comenzó a sacudir con furia todo lo que había en el interior.

Su cuñada está encamada y logró meterse al cuarto de ella, junto con su esposa, para salvar sus vidas.

“Si me tardo un minutos más, estoy seguro que estaría muerto, me mataba. Todo empezó a volar. Me levantó en peso de la butaca y mevtiró. Los vidrios de las ventanas explotaron, todavía estoy lleno de esquirlas de cristal en la cabeza”, relató el anciano a El Nuevo Día mientras mostraba sus manos ensangrentadas, y sus hijos limpiaban la casa y ordenaban lo que podían.

No lejos de allí, en el municipio 10 de octubre, las cosas no eran diferentes. Carros aplastados por árboles o postes, techos caídos y daños múltiples en casas e infraestructura eran la orden del día.

Como es habitual en Cuba, la mayoría del barrio estaba en la calle limpiando y dando la mano a los vecinos más afectados, pero todos tenían vivo en sus mentes el recuerdo de esa hora infernal.

“Ningún huracán había hecho esto, nunca. Yo pensaba que la casa se me estaba cayendo, que iba a explotar. Duró una eternidad. Dice que fue rápido, pero no. Fueron horas largas, de mucho miedo. Jamás olvidaré ese sonido, como un avión que despega, o peor que eso, que va estrellarse contra tu casa”, relata a El Nuevo Día la residente de 10 de octubre Nancy Rodríguez.

Camiones para la recogida de árboles y escombros, carros de las entidades de servicios, vecinos con escobas y carretillas en mano, son las estampas más comunes hoy en las calles capitalinas. 

En el municipio de Regla, uno de los más afectados, los vecinos no salían de su sorpresa.

Sergio Valdés, vecino de la zona, comentó a la Agencia  Cubana de Noticias que nunca había vivido nada como ayer, a pesar de que los cubanos están acostumbrados a los huracanes.

“Fue indescriptible,  parecía que se había caído otro avión”, explicó el hombre, quien asegura que ante el inminente peligro optaron por esconderse debajo de la cama.

Yaquelín Ordaz pasó el tornado en la calle y cuenta que se tuvo que agachar en una cafetería y esquivar todo lo que venía volando para encima de ella, pues los vientos eran extremadamente fuertes.

A Jesús Silva García, aunque se guareció dentro de su casa, las piedras lo alcanzaron y le provocaron lesiones en la cabeza, razón por la cual fue trasladado al hospital en condición estable.

“Estaba pintando una reja y de momento se sintió un gran ruido, cuando levanto la vista y veo rojo el cielo comprendí que era un tornado”, afirmó.

Condolencias han comenzado a llegar desde el extranjero, entre ellas de los gobiernos de Venezuela, Bolivia y Nicaragua, todos cercanos al gobierno cubano.