LA HABANA — Una estatua del prócer independentista José Martí que es una réplica de otra colocada en el Parque Central de Nueva York y fue donada por una institución estadounidense fue develada el viernes en La Habana, en momentos en que la relación bilateral atraviesa un momento de tensión. 

El impresionante monumento de cinco metros de alto con una base de granito negro e inscripciones en español e inglés muestra a Martí en bronce subido a un caballo tras ser herido de muerte. 

“El héroe aparece sublimado por la idea de que va a entregar su vida por una causa justa”, dijo a periodistas el historiador de la ciudad, Eusebio Leal, bajo cuya dirección se instaló la estatua. 

La pieza fue replicada gracias a una colecta organizada por el estadounidense Museo del Bronx y llegó a Cuba el 3 de octubre. 

El vínculo entre Cuba y Estados Unidos -que en 2014 iniciaron una etapa de acercamiento tras cinco décadas que incluyeron sanciones de Washington para presionar un cambio de modelo político en la isla- se encuentra paralizado luego de que el vecino país acusara a La Habana de no proteger a sus diplomáticos quienes habrían sufrido supuestos ataques sónicos. 

El expresidente Barack Obama y su colega Raúl Castro dieron un histórico giro a las relaciones reabriendo sus embajadas en 2015 y firmaron convenios en casi todos los sectores de importancia. El norteamericano incluso consideró fallida la política de embargo contra la isla pero no pudo convencer al Congreso de su país de levantar la sanción. 

Pero con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca las relaciones se congelaron y se anunció una revisión de la política estadounidense hacia la isla que hasta ahora incluyó limitaciones para que sus ciudadanos viajen y comercien con empresas cubanas. 

El último capítulo de las tensiones fue una reciente denuncia de Estados Unidos de que una veintena de sus diplomáticos en la isla sufrieron supuestos ataques sónicos que los llevó a tener sordera, náuseas, mareos y otros síntomas. Cuba negó ser responsable e incluso dudó de los hechos dada la falta de colaboración de Washington para mostrar pruebas. 

En represalia Trump dispuso el retiro de 60% del personal de su embajada, la expulsión de igual porcentaje de representantes cubanos, la suspensión de la entrega de visas y un alerta de viaje para sus ciudadanos. 

La colocación ahora de un busto de Martí, el prócer indiscutido de la independencia de Cuba y quien vivió 15 años de su exilio en Estados Unidos, es una señal poderosa de los nexos amistosos entre ambas naciones más allá de las diferencias, dijo Leal. 

“Hoy, al develar este monumento que viene de allá (Estados Unidos)... decimos que este es el único camino, no hay otro porque de lo contrario estaríamos dispuestos como él a morir por lo que creemos”, manifestó Leal, también miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y diputado del parlamento unicameral. 

Leal insistió en que el homenaje al prócer se produce “más allá de los extravíos, más allá de las políticas erráticas, más allá de los que tratan de destruir los puentes y la comunicación existe entre las naciones”.