TEHERÁN. — Teherán no busca guerra contra ningún país, afirmó el martes el presidente de Irán, Hasán Ruhani, aunque insistió en que su país podrá soportar la creciente presión de Estados Unidos y saldrá victorioso.

Washington y Teherán están cerca de un punto de inflexión en su disputa, después de que Teherán anunciara el lunes que dejaría de cumplir el acuerdo nuclear con potencias internacionales y de que el gobierno de Donald Trump ordenara el despliegue de mil soldados más en Oriente Medio.

Ruhani dijo que “toda la nación iraní es unánime en hacer frente” a la presión de Estados Unidos, y que “el final de esta batalla verá la victoria de la nación iraní”.

La escalada de las tensiones se produjo tras los aparentes ataques la semana pasada contra dos petroleros cerca del Estrecho de Ormuz, unas agresiones que Washington atribuye a Irán. Teherán ha negado estar implicada en los sucesos.