Diversas ciudades en Europa celebraron el sábado el orgullo LGBTQ con coloridos desfiles que también se convirtieron en plataformas para exigencias políticas y de resistencia frente a partidos populistas de extrema derecha.

Las marchas de este año en Madrid, Londres y Budapest se inscriben en el 50mo aniversario de la revuelta del Stonewall Inn, en Nueva York, contra la persecución policial, la cual marcó un momento decisivo en el movimiento moderno por los derechos de los gays.

El desfile en la capital española, uno de los más grandes en el mundo, tuvo momentos de tensión cuando la policía retiró a políticos de centro derecha a los que activistas LGBTQ les impidieron que continuaran marchando a medio trayecto.

Los participantes, algunos de los cuales arrojaron botellas de agua a los políticos, manifestaron su enojo por los estrechos vínculos del partido Ciudadanos, de centro-derecha, con Vox, un partido ultraconservador que ha logrado avances recientes en la política española y que los activistas perciben como instigador de la homofobia.

Representantes de Vox, cuyos votos fueron cruciales para elegir al nuevo alcalde conservador el mes pasado también con apoyo de Ciudadanos, han propuesto sacar del centro de la ciudad el desfile del orgullo LGBTQ del año entrante, mientras que la dirigente regional Rocío Monasterio ha dicho que esta celebración “denigra la dignidad de las personas” e incluye “actos explícitos sexuales en la calle en horario diurno”.

“Cuando una madre, un padre puede salir con dos niños del portal de su casa, no tiene por qué encontrarse con ese espectáculo”, dijo Monasterio la semana pasada a un sitio web conservador.

Ciudadanos había defendido su derecho a participar en las celebraciones del orgullo a pesar de rehusarse a firmar el manifiesto de la marcha, en el que se exhortó a los partidos políticos a que no apoyen las políticas anti-LGBTQ de la extrema derecha.

Beatriz Gimeno, activista LGBTQ y legisladora del partido Podemos (de extrema izquierda), dijo a The Associated Press que las expresiones reaccionarias de la extrema derecha son un recordatorio de cuán importante sigue siendo la lucha por los derechos gay.

“Ante actitudes como estas que nos trasladan a 20 o 30 años atrás, debemos decir que no daremos ni un paso atrás”, dijo Gimeno.

A pesar de la breve confrontación entre políticos y activistas, cientos de miles asistieron al desfile del sábado en el que predominó un ambiente festivo.

En la marcha oficial que precedió al desfile, los participantes exigieron un mejor cuidado de los ancianos LGBTQ y una ley nacional que homologue los derechos de las personas transgénero en todo el país, una exigencia de larga data.

“Mayores sin armarios”, decía una pancarta que los participantes exhibían mientras marchaban por la principal avenida de Madrid. Miembros de la primera generación de activistas españoles de los derechos gay marcharon al frente seguidos de vistosas carrozas decoradas profusamente con banderas arcoíris.

Arny Carrasco, de 67 años, proveniente de una pequeña localidad, dijo que él no había asistido a algunas celebraciones del orgullo gay en las últimas dos décadas, pero señaló que la del sábado le pareció “especial” por su enfoque en los adultos mayores.

“La comunidad gay le ha mostrado a la sociedad diferentes formas de relacionarse. Ya es hora de que no tengamos que sentir que tenemos que regresar al armario cuando nos hacemos mayores”, afirmó Carrasco, que mencionó que los asilos, por ejemplo, están mal preparados para atender las necesidades de las personas LGBTQ, en especial de los hombres y mujeres transgénero.

En Londres, cientos de miles colmaron las calles para participar en el desfile del orgullo LGBTQ más grande de Gran Bretaña. Unos 30.000 participantes, incluidos policías y bomberos uniformados, marcharon mientras muchos más aclamaban y agitaban banderas arcoíris como espectadores a lo largo de las calles.

Los organizadores dijeron que en este evento procuraron incrementar la diversidad del evento y el alcalde de Londres, Sadiq Khan, confió en que el desfile haya sido el más grande de la historia.

Alison Camps, copresidenta del movimiento Pride en Londres, dijo que “es vital que el Orgullo no sea un solo día al año, debemos pelear todo el año por los derechos de todos los miembros de nuestra comunidad”.

En Budapest, capital de Hungría, miles participaron en su desfile del orgullo para exigir aceptación y el derecho a vivir sin temor.