Ciudad de México.- La fiscalía mexicana acusó a Rosario Robles, exsecretaria de Desarrollo Social y de Desarrollo Urbano durante la administración del expresidente Enrique Peña Nieto, de conocer y no denunciar desvíos de fondos durante su gestión que conllevaron daños a las arcas públicas por más de 260 millones de dólares.

De acuerdo a los fiscales, se le acusa del delito de “ejercicio indebido del servicio público” porque según la acusación tuvo pleno conocimiento de las irregularidades desde junio de 2014 pero no las denunció, lo que afectó los intereses y el patrimonio de las dos secretarías en las que estuvo como titular.

Robles es el primer miembro del gabinete de Peña Nieto investigado por corrupción aunque la fiscalía también tiene abiertos varios casos contra el exdirector de Petróleos Mexicanos, Emilio Lozoya, durante ese periodo (2012-2018) y contra quien se emitieron varias órdenes de captura.

La corrupción fue uno de los principales problemas de la presidencia de Peña Nieto, un mal que el actual mandatario, Andrés Manuel López Obrador, se comprometió a erradicar aunque todavía no ha habido ningún alto cargo del anterior gobierno condenado por ese delito.