LA HABANA.- El paso del huracán Irma y las medidas contra Cuba del presidente Donald Trump desaceleraron el crecimiento del turismo a la isla, en particular el procedente de Estados Unidos, pero pese a ello el sector cerró 2017 con un crecimiento de 16% respecto del año precedente.

El director comercial del Ministerio del Turismo, Michele Bernal, indicó el martes que el año pasado llegaron a Cuba 4.6 millones de turistas de todo el mundo.

Durante 2017 el crecimiento en el sector había sido de 26% hasta el mes de septiembre, explicó Bernal, pero tras el paso del huracán que desbastó las islas del Caribe, incluyendo Cuba, muchos turistas cancelaron sus reservas o viajaron a otros destinos. El balance final del año fue de un incremento de 10 puntos menos, agregó.

“En los clientes todavía persiste ya sea en Canadá, en Europa, en Estados Unidos, la percepción de los daños de Irma”, explicó Bernal al destacar que incluso islas grandes como Puerto Rico aún carecen de alumbrado público.

A ello se sumaron las medidas tomadas por Trump que hicieron más difíciles los viajes a Cuba luego del florecimiento del sector impulsado por su predecesor Barack Obama, quien restableció las relaciones diplomáticas con la isla.

Trump impuso a los ciudadanos de su país condiciones como los viajes grupales y la prohibición de consumir algunos productos.

Aun así, el crecimiento de la cantidad de turistas procedentes de Estados Unidos -el mercado emisor más fuerte para todo el Caribe- en 2017 fue de un 17.8%, más de un punto más que la media, indicó Bernal.

Según el funcionario, sumados los visitantes cubanos residentes en el extranjero, en su mayoría procedentes de Estados Unidos, y los estadounidenses llegaron a la isla poco más de un millón de personas, lo que ubicó a ese país en el segundo mercado emisor del turismo en la isla luego de Canadá.

“Tuvimos un crecimiento bien marcado con un registro histórico”, indicó Bernal durante una conferencia de prensa en la que dio a conocer el programa de la Feria de Turismo que se desarrollará del 2 al 6 de mayo en Cayo Santa María, en la central provincia de Villa Clara.

Para este año las autoridades esperan llegar a los cinco millones de visitantes pese a que el año se presenta más difícil que 2017, reconoció Bernal, ya que en el primer trimestre hubo una caída de 7% en el turismo con relación a igual período del año pasado.

El turismo es uno de los principales motores de la economía cubana con ingresos anuales por unos $3,000 millones.