Yakarta. Geólogos locales y extranjeros habían advertido a las autoridades de Indonesia de la inestabilidad del suelo en la zona de la isla de Célebes afectada por un terremoto y tsunami el pasado 28 de septiembre, según indicaron hoy varios expertos.

El presidente de la Asociación Indonesia de Geología (IAGI), Sukmandaru Prihatmoko, dijo que la agencia del Ministerio de Energía y Recursos Minerales elaboró en 2012 un mapa sobre las zonas en riesgo de la licuefacción del suelo de Palu, la principal ciudad de la zona afectada.

"Publicaron un informe oficial y aseguran que lo compartieron con el Gobierno de allí. En teoría el Gobierno local debería saberlo pero a nadie le preocupó", dijo Sukmandaru a Efe por teléfono.

La licuefacción, un fenómeno descrito como "olas de tierra" por supervivientes, ocurre cuando un fuerte terremoto golpea un suelo de tierra arenoso y con bolsas de agua, lo que libera una gran cantidad de barro que puede llegar a arrastrar y engullir los edificios.

El año pasado los sismólogos Ian Watkinson y Robet Hall, de la universidad de Londres Royal Halloway, identificaron en un artículo a la falla de Palu-Koro como la más peligrosa de Célebes y alertaron del riesgo de tsunamis y licuefacción en Palu.

El artículo advertía de "la posibilidad de licuefacción" en la cuenca sobre la que se asienta la ciudad y su vulnerabilidad frente a "un tsunami que recorra la estrecha bahía de Palu" debido a que es una zona baja.

"Nadie esperaba que (la licuefacción) fuese tan grave", señaló Hall a Efe por teléfono.

En el pueblo Petobo y el barrio Balaroa, ambos en Palu, los equipos de rescate pudieron retirar los cuerpos de unos pocos centenares de residentes pese a que las autoridades estiman que cerca de 5,000 personas quedaron sepultadas.

Estas poblaciones, al igual que el núcleo de Jono Oge del municipio de Sigi, que también sufrió licuefacción a menor escala, serán convertidas en zonas verdes y parques para la memoria según decidieron las autoridades que detuvieron las labores de búsqueda el 12 de octubre.

En cuanto al mecanismo de alerta de tsunami, las sirenas no sonaron en Palu y la Agencia Nacional de Gestión de Desastres reconoció días después del desastre que parte del sistema no está operativo desde hace 6 años.

El desastre provocó la muerte de 2,103 personas y 4,612 heridos graves, según el último recuento oficial.

Derramaron lágrimas mientras reflexionaban sobre sus pérdidas y rezaban por sus seres queridos.
Miles murieron y resultaron heridos. El tsunami fue provocado por un sismo de magnitud 7.5.