BUENOS AIRES.  Muchas mujeres en diferentes partes del mundo preferirían que en lugar de saludarlas el jueves con un “Feliz Día de la Mujer” los hombres atendieran de una vez sus reclamos y se sumaran a su lucha contra la desigualdad.

Esas demandas serán volcadas en una jornada de protestas en la que, en el caso de Argentina, mujeres de todas las edades realizarán un paro y saldrán a las calles para denunciar la pobreza y la violencia de las que son víctimas y exigir la legalización del aborto, una conquista que sienten más cercana que nunca.

En el Día Internacional de la Mujer, que en más de 50 países se celebra con huelgas y marchas, las redes sociales se llenaron de reclamos de usuarias argentinas mientras trabajadoras realizaron un “ruidazo” en sus oficinas y diputadas y artistas se concentraron en las puertas del Congreso a favor del aborto legal.

Fabiana Bravo, una empleada administrativa del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Argentina que realizó un pequeño receso en las puertas de la dependencia, dijo a The Associated Press que una de las desigualdades que más duelen es que los hombres cobran mejores salarios por el mismo trabajo.

“A todos los hombres que nos dicen ‘Feliz Día’, les decimos ‘No nos digas feliz día, acompáñanos en la lucha’”, señaló la mujer, una de tantas que se unirá a la multitudinaria manifestación prevista en el centro de Buenos Aires.

En la convocatoria que tendrá lugar en las inmediaciones del Congreso -y de la que también participarán travestis y transexuales- las mujeres leerán un documento que enumerará las asignaturas pendientes para las argentinas y sus compañeras latinoamericanas.

La jornada viene marcada por el rechazo a las políticas de ajuste del presidente Mauricio Macri, que perjudican principalmente a las mujeres, según integrantes de organizaciones políticas y sindicales.

Mariana Carbajal, autora de varios libros con temáticas sobre la mujer como “Maltratadas. Violencia de género en las relaciones de pareja”, dijo a corresponsales extranjeros que aunque en los últimos cinco años “se han visibilizado temáticas que eran un problema grave como la violencia machista, a partir del cambio de gobierno notamos un retroceso... el ajuste pega más a la mujeres”.

Según referentes el movimiento feminista, desde diciembre de 2015 el crecimiento del desempleo se ha cebado más con las mujeres, que además se han visto perjudicadas por la reforma del sistema jubilatorio.

Por otro lado, las argentinas dedican en promedio 6,4 horas diarias a tareas domésticas que en muchos casos se suman a las de trabajo remunerado y constituyen una doble jornada laboral.

Asimismo están “sobrerrepresentadas” en los trabajos precarios e informales así como mal remuneradas y son las primeras en ser despedidas por su condición real o potencial de ser madres. Por otro lado, los recortes en salud y educación son absorbidos por ellas al ser quienes se encargan de niños, ancianos y discapacitados, según la larga lista de denuncias que se harán visibles en la protesta.

La diferencia entre el salario medio de las trabajadoras argentinas y sus compañeros varones es de 27%, afirman referentes sindicales, pero sube al 35% en los trabajos más precarios y las mujeres sufren dos o tres puntos más desempleo que los varones.

En otros países latinoamericanos también habrá movilizaciones. En Montevideo, Uruguay, para facilitar la mayor concurrencia posible, la central sindical decretó un paro parcial. Algunos sindicatos, como el de los profesores de secundaria de la capital, paran todo el día.

En Bolivia, que figura entre los países con más casos de violencia de género en la región, habrá marchas en La Paz y otras ciudades. Hasta el 6 de marzo la Fiscalía contabilizó 28 feminicidios y 4.674 denuncias de violencia familiar. En 2017 se registraron 109 feminicidios.

Y en Guatemala lo que debería ser una jornada de reivindicación será un día triste al cumplirse el aniversario de un incendio en un hogar de acogida en el que murieron 41 niñas.

El Hogar Seguro Virgen de la Asunción concentrará el homenaje a las menores y a otras 15 niñas que resultaron con quemaduras tan graves que varias tuvieron que sufrir amputaciones.

No habrá marchas, ni protestas, ni vigilias, sólo el reclamo de justicia por las 56 niñas.

La tarde del 7 de marzo de 2017 cientos de niñas y niños que estaban recluidos en dos hogares de acogida contiguos se escaparon de las instalaciones aduciendo malos tratos y abusos. Tras permanecer prófugos varias horas fueron devueltos por la policía. Ya el 8 de marzo, entre altercados y quejas, agentes y personal del hogar decidieron reingresarlos y separaron a niños y niñas.

Las 56 menores fueron encerradas bajo llave en una pequeña habitación de unos 50 metros cuadrados, estableció la fiscalía. Según los testimonios de las sobrevivientes tras varias horas sin acceso a los sanitarios y hacinadas las niñas prendieron fuego colchonetas de esponja con fósforos que llevaba una de ellas.

Mientras, miles de mujeres en Asia y Europa proclamaron sus demandas de respeto y empoderamiento el jueves con motivo del Día Internacional de la Mujer. En España se convocó una huelga de 24 horas, mientras que grandes multitudes llenaron las calles de Manila, Seúl o Nueva Delhi.

Las mujeres españolas celebraban docenas de protestas en todo el país contra la brecha salarial y la violencia de género. En Madrid había una gran manifestación convocada para la noche. En Barcelona, policías antimotines empujaron a varias manifestantes que dificultaron el tránsito el miércoles por la noche.

Las protestas fueron más discretas en otros países.

El Día Internacional de la Mujer es un feriado nacional en Rusia, pero la candidata opositora a la presidencia Ksenia Sobchak era una de las pocas manifestantes reunidas en Moscú.

En una protesta que recordaba al movimiento #MeToo, que pretende exigir responsabilidades a los acusados de violencia sexual y aquellos que les protegen, Sobchak protagonizó un piquete solitario ante la cámara baja del parlamento ruso para pedir la renuncia de un destacado legislador al que varias periodistas acusan de acoso sexual.

El presidente del Parlamento, Vyacheslav Volodin, rechazó las denuncias e indicó que las periodistas que no se sientan seguras cubriendo la Duma deben buscarse otros empleos.

En diferentes lugares de Asia, las mujeres salieron a la calle para conmemorar la fecha. En China, algunos estudiantes de la Universidad de Tsinghua aprovecharon la ocasión para hacer bromas sobre la enmienda constitucional de eliminar el límite de mandatos del presidente del país.

En Manila, se acusó al presidente de violar los derechos de las mujeres. En Seúl, el creciente movimiento #MeToo tomó las calles. En India, donde la violencia endémica contra las mujeres solo ha llegado hace poco al debate público, marcharon hacia el Parlamento reclamando a voces sus derechos.

Cientos de activistas con camisetas rosas y moradas protestaron en Manila contra el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, al que describieron como uno de los peores infractores de los derechos de las mujeres en Asia.

Mientras, la cuestionada líder de Myanmar Aung San Suu Kyi instó a las mujeres a construir democracias pacíficas utilizando su fuerza en la política, la economía y la sociedad. 

En Afganistán, cientos de mujeres que habrían tenido miedo de salir de casa durante el régimen talibán se reunieron en la capital para conmemorar el día y recordar a sus líderes que queda mucho trabajo por hacer para dar a las mujeres afganas una voz, garantizar su educación y protegerlas de la creciente violencia.

Cientos de surcoreanas, muchas vestidas de negro y con carteles de #MeToo, marcharon por el centro de Seúl. Allí pidieron que se lleve ante la justicia a los acusados de violencia sexual y acciones en otros temas como cerrar la brecha salarial.

Desde que una fiscal reveló en enero casos de maltrato y violencia sexual en el lugar de trabajo, el movimiento #MeToo ha ganado fuerza en Corea del Sur. La lista de mujeres que han denunciado sus casos crece cada día.

Las protestas comenzaron en Europa unas horas más tarde. Varios grupos de mujeres en Bélgica encontraron un blanco inmediato y visible para expresar su indignación.

La Federación belga de Fútbol dijo que no quería convertirse en “rehén” por grupos de mujeres y se negó a cambiar su decisión de escoger a un rapero conocido por sus letras misóginas para elaborar su canción oficial para el Mundial.

En la India, cientos de mujeres _entre ellas estudiantes, maestras y trabajadoras sexuales_ marcharon por la capital exigiendo medidas contra la violencia doméstica, los ataques sexuales y la discriminación en el trabajo.

"Unidas contra la violencia contra las mujeres”, decía un cartel. Otros decían “Soy hombre suficiente para decirle no a la violencia doméstica” y “Es mi cuerpo, son mis decisiones”.

Las manifestantes españolas comenzaron temprano iniciando una huelga de 24 horas y llamando a las mujeres a dejar de trabajar, ya fuera en las oficinas o en su casa.

En África, el presidente de Uganda Yoweri Museveni criticó a los hombres que le pegan a sus mujeres, llamándolos cobardes.

"Si quieren pelear, ¿por qué no pelean con otro hombre?”, dijo Museveni.

En Francia el diario francés Liberation decidió ponerle un toque de humor al día: le exigió a los hombres pagar 50 centavos de euro más por cada ejemplar, en un intento por llamar la atención sobre la brecha entre sueldos de hombres y mujeres en el país.