Cerca de 1.3 millones de niños afganos no podrán recibir sus dosis de vacuna contra la poliomielitis en una campaña puerta a puerta que comenzó hoy en todo el país a causa de la prohibición de los insurgentes a esta iniciativa.

 Durante la campaña unos 6.5 millones de niños menores de cinco años serán vacunados, pero muchos otros perderán la oportunidad en este país, donde la polio es endémica, gran parte -600,000- en la insegura provincia de Helmand (sur) y otros 360,000 en Uruzgan (sur), informó el Ministerio de Salud Pública en un comunicado.

El número aumentó en gran medida en comparación con unos 100,000 que solían perderse la dosis en rondas previas, debido a un reciente veto de los talibanes en esas dos conflictivas regiones.

"Los oponentes armados recientemente no permiten las campañas de vacunación puerta a puerta en las provincias de Helmand y Uruzgan, por lo que nos saltaremos a un gran número de niños en la vacunación", detalló a Efe el director del Centro Nacional de Operaciones de Emergencia contra la Polio, Maiwand Ahmadzai.

La fuente precisó que, no obstante, están manteniendo conversaciones con los insurgente para que permitan la vacunación en algunas partes de estas regiones de Afganistán, que registró 14 casos de poliomielitis en 2017 y nueve en lo que va de año.

La inseguridad en Afganistán y el continuo movimiento de personas entre este país y el vecino Pakistán, los dos únicos donde la polio sigue siendo endémica, son los principales desafíos para erradicar la enfermedad en territorio afgano.

El Gobierno afgano y la Organización Mundial de la Salud llevaron a cabo en 2017 cuatro campañas de vacunación puerta a puerta, con las que llegaron a unos 9.9 millones de niños, y otras cuatro regionales para vacunar a otros 6 millones en distritos con especial riesgo.