Los temblores no han parado desde hace dos días en tres municipios de la zona oriental de El Salvador. Sin embargo, cientos de campesinos que en su mayoría han perdidos sus casas y ahora duermen en albergues improvisados han comenzado a recibir ayuda. 

El vicepresidente Óscar Ortiz y varios funcionarios del gobierno llegaron el lunes a los municipios de Chirilagua, en el departamento de San Miguel, e Intipucá, en el departamento de La Unión, para verificar los destrozos causados por una serie de sismos que desde el sábado han sacudido la zona dejando 11 viviendas destruidas y otras 180 con serios daños. La mayoría de las casas fueron construidas con bahareque, un material compuesto de cañas o palos mezclados con tierra húmeda y paja. 

Ortiz dijo a los periodistas que llegó a la zona para verificar la situación que están viviendo más de 700 familias que reciben atención en los albergues instalados por el gobierno y confirmó que ya están llegando los embarques con la ayuda. 

“Nuestra prioridad es tener un nivel óptimo de abastecimiento de agua, alimentos y techo provisional con tiendas de campaña para las familias afectadas. Garantizaremos equipos médicos en albergues y en las unidades de salud cercanas”, manifestó el vicemandatario. “No ha habido mayores consecuencias en términos físicos, pero sí hay mucho estrés”, agregó al confirmar que solo hay reportes que algunas personas resultaron con golpes leves. 

Protección Civil también decretó una alerta para activar los comités de emergencia para auxiliar a los damnificados y confirmó la suspensión de las clases en los centros escolares de la zona afectada. Ortiz afirmó que se mantendrá la suspensión hasta que consideren que es seguro que los niños regresan a las escuelas. 

El Observatorio Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales informó que el origen de esta actividad sísmica se atribuye a fallas geológicas locales, al comportamiento sísmico de ese sector y “no se descarta que puedan durar desde días hasta semanas”. 

Desde el sábado se han registrado 515 sismos en el área. De éstos, alrededor de 79 han sido reportados como palpables para la población y sus magnitudes oscilan entre 2.4 y 5.6 grados. 

 La ministra del Medio Ambiente y Recursos Naturales, Lina Pohl, confirmó que el domingo después de la 1 de la tarde hora local se registró un movimiento de magnitud 5.6, pero dijo que “la intensidad como se sintió fue de 7, lo que conocemos como un terremoto”. 

El Servicio Geológico de Estados Unidos ubicó su epicentro en el Pacífico, a unos 12 kilómetros (ocho millas) del poblado de Intipucá, a una profundidad de 10 kilómetros (seis millas). 

Pohl les dijo a los pobladores de la zona que “tiene que estar calmados, pero alertas, alertas porque esto va seguir”. 

Técnicos del Observatorio Ambiental han sido desplegados en la zona para verificar si hay fisuras en el suelo y reportar los derrumbes y deslizamientos en las carreteras.