París. La catedral de Notre Dame estará cerrada al público hasta seis años, indicó este miércoles el rector de la iglesia, dos días después de que un incendio quemara el tejado y derribara la aguja del edificio.

“Un segmento de la catedral ha quedado muy debilitado” por las llamas, dijo el obispo Patrick Chauvet en un encuentro con empresarios locales. No detalló a qué parte del templo se refería.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha fijado un plazo de cinco años para restaurar el monumento del siglo XII. Feligreses corrientes y magnates de altos vuelos procedentes de todo el mundo han prometido en total casi 1,000 millones de dólares para restaurarlo.

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El enviado presidencial de herencia cultural, Stephane Bern, dijo este miércoles a la cadena France-Info que por ahora se habían reunido 880 millones de euros (995 millones de dólares). Entre los donantes están Apple y magnates propietarios de firmas como L’Oreal, Chanel y Dior, así como católicos y otras personas de Francia y otros países.

Lo que quedó en pie fue la ennegrecida estructura del monumento inmortalizado por Víctor Hugo en una novela en 1831, que sobrevivió a casi 900 años de tumultuosa historia de Francia.

Edouard Philippe anunció el certamen tras una reunión especial del gobierno centrada en el suceso. El objetivo es “dar a Notre Dame una aguja adaptada a las técnicas y desafíos de nuestros tiempos”, señaló.

Aún no hay una estimación de cuánto costará la renovación, señaló. “Este es obviamente un enorme desafío, una responsabilidad histórica”.

Los equipos de construcción llegaron este miércoles por la mañana al lugar con una enorme grúa y una primera remesa de tablones de madera. Sin embargo, los expertos que investigaban el origen del incendio no habían podido mirar dentro del templo porque aún no era seguro, según la fiscalía de París.

Los investigadores continuarán celebrando entrevistas este miércoles, en una pesquisa que continuará hasta descubrir “la verdad e identificar el origen” del fuego. Los expertos hablaron el martes con unos 30 testigos, incluidos empleados de empresas que trabajan en la restauración de la iglesia y personal de seguridad.

Las autoridades atribuyen el fuego a un accidente.