Bucarest.- La oposición rumana presentó hoy una moción de censura contra el gobierno socialdemócrata, al que acusa de intentar "amnistiar" a los políticos corruptos con una reforma judicial que ha sido duramente criticada por la Unión Europea (UE).

La moción, que se debatirá en el Parlamento a partir del próximo martes, ha sido presentada por la primera fuerza de la oposición, el Partido Nacional Liberal (PNL), de centro-derecha, y podría obtener la mayoría simple en las dos cámaras que necesita para prosperar.

 "Han intentado desestabilizar y subordinar a la justicia rumana para salvar a sus miembros corruptos", se lee en el texto, que hace referencia al ahora encarcelado Liviu Dragnea.

 Dragnea -que tenía vetada la entrada en el Ejecutivo por una antigua condena- lideró el gobernante Partido Social Demócrata (PSD), del que de facto fue su primer ministro en la sombra hasta su encarcelamiento por un caso de corrupción el pasado 27 de mayo.

 Sus adversarios le acusan de haber impulsado las enmiendas legales del Gobierno para reducir el tiempo de prescripción de los delitos de los que se le acusaba.

 Además de los partidos opositores, la iniciativa contra el Gobierno de la primera ministra Viorica Dancila será apoyada por la Unión Democrática de los Magiares de Rumanía (UDMR), una formación que suele ejercer como bisagra y que hasta ahora ha apoyado al Ejecutivo formado por socialdemócratas y liberales.

 El texto presentado hoy también tiene el apoyo de la formación Pro Romania, una escisión del PSD a la que han desertado varios parlamentarios de la mayoría gubernamental en los últimos meses.

 "Han desestabilizado toda la arquitectura constitucional con la desestructuración sistemática de las instituciones", se lee en la moción presentada por el PNL, que también recrimina al gobierno por supuestamente haber "debilitado el sistema de controles y contrapesos" a través de la politización de la justicia.

 El PNL había anunciado su intención de presentar la moción de censura después de las elecciones europeas del 26 de mayo, en las que se impuso a un PSD que sacó ese día los peores resultados de su historia.

 En esa misma jornada electoral, los rumanos votaron masivamente contra las reformas judiciales del Gobierno en un referéndum convocado por el presidente del país, el político de centro-derecha Klaus Iohannis.

 Más de un 80 % de quienes acudieron a las urnas votaron a favor de prohibir las amnistías a corruptos y los decretos gubernamentales con los que el Gobierno ha enmendado las leyes contra la corrupción vigentes.

 El referéndum tuvo una participación récord del 41 %, 11 puntos por encima del quorum del 30 % requerido para que tuviera validez.

 Tanto la UE como Estados Unidos y otros socios occidentales de Rumanía han criticado duramente al Gobierno su agenda de reformas judiciales.

 Según Bruselas, Washington y otras capitales europeas, estos cambios suponen una regresión en los avances en la lucha contra la corrupción logrados por Rumanía en los últimos años.