HONG KONG. Decenas de miles de manifestantes vestidos de negro marcharon el martes en varias protestas prodemocracia en Hong Kong, instando al Partido Comunista chino a “devolver el poder al pueblo” el día que el partido celebraba sus 70 años de gobierno en China.

Un manifestante fue baleado cuando un agente abrió fuego con su revólver durante los choques, según un miembro de la policía hongkonesa, que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a dar información. Era la primera vez que un activista recibía un disparo, en una escalada de la violencia.

Un video del incidente rodado por el City University Student Union y compartido en medios sociales mostraba a una docena de manifestantes vestidos de negro que lanzaban objetos a un grupo de policías antimotines que les perseguían en la zona de Tsuen Wan. Un agente que se vio rodeado sacó el revólver y lo apuntó al grupo. Disparó, y uno de los manifestantes se desplomó en la calle mientras los demás huían.

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La policía antimotines lanzó varias rondas de gas lacrimógeno en al menos cuatro puntos del territorio semiautónomo chino, mientras agentes y manifestantes entablaban persecuciones que convirtieron las calles en campos de batalla. Docenas de policías formaron un cordón de seguridad con un cañón de agua para impedir que la multitud se acercara a la oficina de enlace con el gobierno en Beijing.

Los organizadores dijeron que al menos 100,000 personas marcharon por una importante avenida desafiando una prohibición policial y coreando lemas contra China. Algunos llevaban banderas chinas tachadas con una cruz negra. La policía no dio una estimación de asistencia.

“Nos están apretando el cuello para que no respiremos el aire de la libertad”, dijo King Chan, ama de casa de 57 años y que salió a protestar con su esposo.

Muchos asistentes lanzaron al aire fajos de falsos billetes que suelen utilizarse en funerales. “Esto es para los líderes que no escuchan nuestra voz”, dijo uno de los activistas, Ray Luk.

Las protestas comenzaron a principios de junio por una reforma de la ley de extradiciones ya abandonada, que según los inconformes reflejaba la erosión de los derechos y libertades en el territorio semiautónomo chino. Desde entonces, el movimiento ha ido creciendo hasta convertirse en una campaña contra el gobierno chino.

Ante una estricta operación policial, miles de personas participaron en choques con la policía en varias protestas en la ciudad.

La policía usó gas lacrimógeno para dispersar a cientos de manifestantes en las zonas de Wong Tai Sin, Sha Tin, Tsuen Wan y Tuen Mun, mientras los asistentes lanzaban bombas incendiarias, ladrillos y otros objetos hacia los agentes. El gas lacrimógeno apenas disuadió a los manifestantes, que utilizaron paraguas como escudos y lanzaron las latas de gas de vuelta a la policía. La policía dijo que los inconformes utilizaron un líquido corrosivo en Tuen Mun que hirió a agentes y a varios periodistas.

En Wong Tai Sin, una bomba incendiaria que lanzaron los manifestantes estalló junto a varias motocicletas estacionadas a un lado de la calle, provocando un gran incendio que fue sofocado por los bomberos. Algunos manifestantes colocaron una manguera de emergencia en una estación de metro para intentar inundarla.

“Hoy hemos salido para decir al Partido Comunista que Hong Kong no tiene nada que celebrar”, dijo el activista Lee Cheuk-yan, que lideraba la marcha. “Estamos llorando porque en 70 años de gobierno del Partido Comunista, se han negado los derechos democráticos de la gente en Hong Kong y en China. Seguiremos luchando”.

Vestido con camiseta negra y tejanos oscuros, Bob Wong, de 40 años, dijo que su ropa expresaba el “duelo” por “la muerte del futuro de Hong Kong”.

El popular foro en internet LIHKG que utilizan los manifestantes era inaccesible desde celulares, se cree que en un intento de impedir que se comunicaran entre sí. Casi dos docenas de estaciones de metro cerraron y decenas de policías montaban guardia ante oficinas del gobierno.

Por la mañana, mientras el gobierno de la ciudad conmemoraba el Día Nacional en una ceremonia solemne, la policía utilizó gas pimienta para dispersar un enfrentamiento el martes entre simpatizantes de Beijing y un pequeño grupo de manifestantes prodemocráticos. La policía separó a los grupos, pero se produjeron algunas escaramuzas. Dos manifestantes proBeijing fueron detenidos.

El Secretario Jefe de la Administración de Hong Kong Matthew Cheung dijo a cientos de invitados a una recepción que la ciudad ha quedado “irreconocible” debido a las acciones radicales de los manifestantes. Cheung acudió en representación de la líder Carrie Lam, quien encabezó una delegación que viajó a Beijing para las festividades.