Ciudad del Vaticano. "Lo primero que hicieron fue tratarme de mentiroso", ha dicho en un mensaje una de las víctimas de los abusos cometidos por el clero, durante la reunión de la jerarquía de la Iglesia católica reunida en el Vaticano para abordar los casos de pederastia.

 Los 190 representantes de la iglesia católica presentes, entre ellos 114 presidentes o vicepresidentes de las conferencias episcopales, pudieron ver cinco vídeos con los testimonios de víctimas violadas por curas durante su infancia y de las que se ignoraron sus denuncias.

 "Lo primero que hicieron fue tratarme de mentiroso, darme la espalda y decir que yo y otros éramos enemigos de la Iglesia", explicó una víctima latinoamericana, según la transcripción proporcionada por el Vaticano.

El papa Francisco indicó que lo que se espera de la Iglesia no es solo condenar los abusos de sus clérigos sino "medidas concretas y efectivas" para erradicarlos, durante su discurso al inicio de la reunión para la protección de menores que se celebrará hasta el domingo en el Vaticano. 

 "El pueblo de Dios nos mira y espera de nosotros no simples y obvias condenas, sino medidas concretas y efectivas", afirmó el papa ante los 190 representantes de la jerarquía eclesial reunidos para afrontar el problema de los abusos en una cumbre sin precedentes en la historia de la Iglesia.

 "Se necesita concreción", remarcó en su discurso.

 "Ante el flagelo del abuso sexual perpetrado por los hombres de la Iglesia contra los menores, pensé en consultarme con ustedes, patriarcas, cardenales, arzobispos, obispos, superiores religiosos y responsables, para que juntos(...) podamos escuchar el grito de los pequeños que piden justicia", comenzó Francisco su discurso de apertura de la cumbre. 

 El pontífice indicó a los presentes que "sobre este encuentro pesa la responsabilidad pastoral y eclesial que nos obliga a discutir juntos, de manera sinodal, sincera y profunda sobre cómo enfrentar este mal que aflige a la Iglesia y la humanidad".

 El papa adelantó que se entregará a los participantes, entre ellos 114 representantes de las Conferencias episcopales, unas "líneas-guías" para ayudar a reflexionar y que serán "un simple punto de partida".

Francisco pidió que el Espíritu Santo ayude en estos días a la Iglesia a "transformar este mal en una oportunidad para tomar conciencia y purificación".

 Y rogó a la Virgen María para que ilumine a la Iglesia para "intentar curar las graves heridas causadas por el escándalo de la pederastia tanto a los pequeños como a los creyentes". 

 La reunión comenzó con las palabras de una víctima leídas por uno de los miembros del comité organizador y experto en la lucha contra los abusos el sacerdote Hans Zollner: "Ni mis padres, ni las autoridades eclesiásticas oyeron mi llanto. Y me pregunto: ¿Por qué tampoco Dios lo oyó?".

 La reunión continuará con la ponencia de uno de los 9 relatores en estos tres días de reunión, el cardenal filipino Luis Antonio Tagle.

El arzobispo de Manila y presidente de Caritas Internationalis, el cardenal Luis Antonio Tagle, cargó hoy contra los obispos y todos los que cerraron los ojos ante los pederastas y provocaron una "herida profunda" en los fieles, durante la histórica cumbre en el Vaticano sobre pederastia.

 El cardenal Tagle fue el primero de los nueve relatores elegidos para presentar su ponencia en esta cumbre sin precedentes en la historia de la Iglesia y que abordará hasta el domingo la lacra de los abusos a menores por parte del clero.

 Con emoción e incluso con lágrimas en los ojos, el cardenal filipino se dirigió a los 190 representantes de la jerarquía de la Iglesia católica presentes y les dijo: ¿Cómo podemos expresar la fe en Cristo cuando cerramos los ojos a todas las heridas infligidas por el abuso?.

 "Nuestra falta de respuesta ante el sufrimiento de las víctimas hasta el punto de rechazarlas y de tapar el escándalo para proteger a los autores y a las instituciones ha dañado a nuestro pueblo y ha dejado una herida profunda en nuestra relación con los fieles", indicó.

 "¿Ustedes no escaparon cuando sintieron el hedor de la basura?", insistió.

 Tagle pidió a los obispos que asuman "la responsabilidad personal de llevar sanación a esta herida en el cuerpo de Cristo, y comprometerse a hacer todo lo que esté en su poder y capacidad para ver que los niños y las personas vulnerables están a salvo".

 También pidió que se acerquen a los abusadores para que se "haga justicia y ayudarles a encarar la verdad".

 "No se puede condenar el abuso y seguir adelante. Tenemos que lograr una sanación más profunda", agregó.

 El cardenal filipino explicó que para la Iglesia es necesaria reconstruir la confianza de los fieles "proporcionando un amor incondicional (a las víctimas), pidiendo reiteradamente perdón y reconociendo que no merecemos ese perdón".

 Instó a dar soluciones para que se "encaren los problemas sin que se repitan los mismos mecanismos que queremos eliminar".

 "La Iglesia tiene que ser una comunidad de Justicia marcada por la comunión y la compasión", aseveró.

 La reunión sobre la protección de menores que concluirá el domingo con una misa comenzó hoy con el debate sobre la responsabilidad de los obispos en su tarea pastoral, espiritual y jurídica.