Un terremoto de magnitud 6.3 sacudió hoy las islas Kermadec, un archipiélago neozelandés en el Pacífico, horas después de que otra sacudida de 7.2 obligara a emitir una alerta de tsunami.

 El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), que vigila la actividad sísmica en todo el mundo, situó el hipocentro del seísmo a 35 kilómetros de profundidad bajo el lecho marino. 

 El mismo organismo localizó la sacudida a 880 kilómetros al noreste de Whangarei y a 908 al norte de Tauranga, ambas localidades situadas al norte de la Isla Norte de Nueva Zelanda. 

 El seísmo ocurrió en la misma zona que horas antes fue sacudida por otro terremoto de 7.2 -rebajado tras una valoración preliminar de 7.4- que llevó a las autoridades de defensa civil de Nueva Zelanda a emitir una alerta por tsunami.

 La alerta fue levantada unos diez minutos después, al igual que otra emitida por el Centro de Alertas por Tsunami del Pacífico que, sin embargo, alertó de fluctuaciones del nivel del mar cerca del epicentro.

 Las Kermadec, situadas entre la Isla Norte de Nueva Zelanda y Tonga, están deshabitadas, excepto por el personal de la base permanentemente instalada en Raoul y que tiene una estación meteorológica y de radio.

 Nueva Zelanda se asienta en la falla entre las placas tectónicas del Pacífico y Oceanía y registra unos 14,000 terremotos cada año, de los que entre 100 y 150 tienen la suficiente potencia como para ser percibidos.