Pekín,.- China ofreció hoy una tibia respuesta al sobrevuelo de dos bombarderos B-52 de EEUU sobre su nueva zona de defensa aérea en el mar de China Oriental, y aunque advirtió que está capacitada para "imponer el control" sobre ese espacio, no mencionó posibles represalias.

La respuesta oficial al sobrevuelo de los B-52, que no informaron previamente a China de su paso como exige Pekín, llegó a través de un comunicado del Ministerio de Defensa, en el que China se limitó a indicar que había "vigilado" e "identificado" a los aviones estadounidenses, sin mencionar represalias.

En base a la información de la cartera de Defensa, los B-52 volaron con una ruta de sur a norte, y de norte a sur, a 124 millas  al este de las disputadas islas. Según confirmó el Pentágono a su vez, los aviones entraron y salieron de la zona sin registrar ningún incidente y sin ser contactados por China.

El Ministerio en Pekín destacó, no obstante, en su comunicado que "China está capacitada para realizar la vigilancia e imponer el control".

Por su parte, el portavoz del Ministerio de Exteriores, Qin Gang, declaró que "China tiene suficiente voluntad y capacidad para defender nuestra soberanía nacional y gestionar el área de defensa aérea", sin querer precisar más cómo su país reaccionaría ante otras posibles intromisiones en ese espacio.

La aparente suavidad en la reacción del Gobierno chino motivó que, en la rueda de prensa, los periodistas extranjeros plantearan si China es "un tigre de papel" en lo referente a la declaración de esa zona de defensa aérea.

La respuesta más contundente correspondió al general de la Fuerza Aérea china Qiao Liang, quien advirtió en una entrevista a un medio local que cualquier avión que desobedezca las advertencias chinas y se considere "hostil" puede ser "abatido" en la nueva zona decretada unilateralmente por China.

Según el Pentágono, dos aeronaves se internaron el lunes por la tarde (ya martes en la franja horaria china) en la zona de identificación de defensa aérea china procedentes de la Base Aérea de Anderson, en la isla de Guam (Pacífico).

Los dos B-52 realizaron un sobrevuelo previsto desde hacía tiempo dentro de los ejercicios militares conocidos como "Coral Lightning", según dijeron a Efe fuentes del Pentágono.

Ninguno de los bombarderos transportaba armamento o estaba escoltado por cazas.

El pasado fin de semana, China anunció la creación de su "área de identificación de defensa aérea" en el Mar de China Oriental que incluye las islas Diaoyu (llamadas Senkaku por los japoneses), administradas por Tokio pero reclamadas por Pekín desde hace décadas.

Tras el anuncio, Japón, EEUU y Australia han mostrado su preocupación y oposición a esta decisión unilateral. El secretario de Estado de EEUU incluso alertó que puede provocar un incidente en la región.

Por su parte, China defendió hoy que ya había avisado de manera previa a diversos países -sin especificar cuáles- de la creación de la zona de defensa, que considera un derecho.

"Su creación cumple con la legislación nacional e internacional", defendió hoy Qin en rueda de prensa en Pekín.

"Estamos dispuestos a hacer esfuerzos conjuntos para estrechar la coordinación y la comunicación, y mantener la paz regional y la estabilidad, así como la seguridad del tráfico aéreo", indicó Qin.

El portavoz rechazó responder a la decisión de las principales aerolíneas niponas de no presentar sus planes de vuelo a China a la hora de atravesar su nueva zona de defensa aérea, instadas por el Gobierno de Japón en un claro desafío a Pekín.

Qin reiteró además que el anuncio de la creación de la zona aérea dejó claro "que los vuelos regulares de aerolíneas internacionales no se verán afectados".

"La creación de la zona de defensa aérea no está dirigida contra ningún país en concreto", resaltó.

Entre otras cuestiones, la nueva zona aérea de China implica que, desde ahora, Pekín exige a todas las aeronaves que presenten previamente sus rutas de vuelo y se mantengan identificadas por radio en esta área, que ha elevado las tensiones no sólo con Japón y Taiwán, que también reclama las islas, sino también con EEUU, que posee un tratado de defensa bilateral con Tokio.