Pakistán respondió enérgicamente el martes al presidente estadounidense Donald Trump, quien a través de Twitter acusó a su gobierno de apoyar a terroristas. 

El gobierno calificó las acusaciones de Trump de "totalmente incomprensibles" y convocó al embajador estadounidense para expresarle su descontento. Sin embargo, no accedió al pedido de manifestantes islamistas de expulsar al representante diplomático. 

El más reciente intercambio de acusaciones entre los dos países empezó con un tuit lanzado por Trump el lunes en el que alegó que Estados Unidos le ha dado "tontamente" a Pakistán más de 33,000 millones de dólares en asistencia durante los últimos 15 años, sin recibir más que "fraude y mentiras". 

Reiteró además viejas acusaciones de que Pakistán "le otorga refugio a los terroristas que estamos buscando en Afganistán". 

El primer ministro paquistaní y el jefe de las fuerzas armadas convocaron a una reunión del Consejo Nacional de Seguridad y luego emitieron un comunicado acusando a Estados Unidos de tratar de usar a Pakistán como chivo expiatorio para disfrazar su propio fracaso en traer la paz a Afganistán después de 16 años de guerra. 

Pakistán y Afganistán llevan años acusándose mutuamente de dar albergue a terroristas y han intercambiado listas de hombres buscados para que sean entregados. Afganistán también ha ofrecido mapas con lo que, según dice, son las ubicaciones de campamentos terroristas dentro de Pakistán. 

Pakistán niega estar apoyando a los grupos armados y señala que sus mismas fuerzas armadas están librando batallas contra agrupaciones que buscan derrocar al gobierno. 

Atribuye la insurgencia en la vecina Afganistán a la corrupción, las pugnas internas y la producción de drogas. Dice que el caos en el vecino país ha engendrado un crisol de grupos insurgentes, entre ellos una milicia afiliada al grupo Estado Islámico que le ha atacado desde sus reductos en Afganistán. 

En el comunicado, el Consejo de Seguridad Nacional dice que Pakistán es uno de los países más golpeados por el terrorismo y que ha perdido miles de soldados y civiles a raíz de la inestabilidad que ha reinado en la región desde los ataques terroristas contra Estados Unidos del 11 de septiembre de 2001.