La joven salvadoreña Imelda Cortez volverá este lunes a una corte de su país para enfrentar un juicio, aplazado el pasado 12 de noviembre por ausencia de la Fiscalía, por el delito de tentativa de homicidio agravado cometido supuestamente al tratar de abortar.

La sesión, programada para las 10:30 de la mañana hora local en el Tribunal de Sentencia de Usulután (oriente), será presidida por los jueces Hugo Noé García, Claudia Palacios y Maclin Portillo.

La Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto informó a Efe de que el equipo jurídico que representa a la joven solicitará ante el tribunal "que la absuelva de los cargos por no existir ningún indicio de que cometió algún crimen".

Ana Martínez, una de las abogadas de Cortez, ha señalado que las pruebas de la Fiscalía son "insuficientes", ya que "sólo cuenta con prueba indiciaria de testigos de referencia que no estuvieron en el momento en que Imelda sufrió la emergencia obstétrica".

 Según señaló la jurista, la Fiscalía ha retomado los testimonios de la doctora que atendió a Imelda, quien violó el secreto profesional al interrogar y luego denunciar a la joven, y de "personas que no estuvieron en el momento en que la joven estaba dando a luz".

La defensa alega que la joven sufrió una emergencia obstétrica durante su embarazo, que llegó a término y actualmente la hija de joven tiene un año y siete meses de edad.

Esta será la segunda ocasión en que Cortez asista a dicha corte, ya que el pasado 12 de noviembre la diligencia fue aplazada por la ausencia del Ministerio Público, quien el día del juicio mandó un escrito en el que señaló que la fiscal asignada al caso tenía incapacidad médica que le "imposibilitaba su presencia".

Cortez sufrió desde los 12 años de edad abuso sexual por parte de su padrastro, quien también la embarazó, y es procesada desde abril de 2017 por el delito de tentativa de homicidio agravado.

De ser declarada culpable Cortez, proveniente de una zona rural del país centroamericano y de escasos recursos, puede ser condenada a 20 años de cárcel.

El Salvador es uno de los pocos países del mundo en los que el aborto está prohibido en todas las circunstancias, y donde las mujeres que sufren complicaciones del embarazo, que provocan abortos espontáneos o emergencias obstétricas, son a menudo acusadas de homicidio agravado por la Fiscalía.