La isla atlántica española de La Palma, donde el volcán de Cumbre Vieja sigue activo, ha registrado 79 terremotos en las primeras horas de este domingo, detectó el Instituto Geográfico Nacional.

La Palma, en el archipiélago de las Canarias, está sometida a cadenas de temblores, conocidas como “enjambre sísmico”, desde días antes de que comenzara la erupción volcánica el pasado 19 de septiembre.

El de mayor magnitud de la noche pasada, de 4.1, fue localizado a 13 kilómetros de profundidad, por lo que se sintió en toda la isla. El terremoto de mayor magnitud hasta ahora (4.9) se produjo este sábado a 38 kilómetros de profundidad.

El cono principal del volcán se derrumbó parcialmente ayer, sábado, mientras continúan los grandes derrames de lava. La colada que más preocupa en estos momentos es la que se ha quedado parada en el barrio de La Laguna, con riesgo para edificaciones y cultivos.

Hasta el momento, el volcán ha arrasado cerca de 900 hectáreas y ha destruido unas 2,150 edificaciones, muchas de ellas viviendas, según datos del sistema de satélites Copernicus.

Además, unas 7,000 personas tuvieron que ser desalojadas desde que comenzó la emergencia.

El cono principal del volcán español de la isla atlántica de La Palma, en erupción desde el 19 de septiembre, se ha derrumbado parcialmente, según informó el Instituto Volcanológico de Canarias.

Además, el sismógrafo del Instituto Geográfico Nacional (IGN) Itahiza Domínguez informó en Twitter de que se ha comprobado una emisión de coladas más al oeste del cono secundario, que en las últimas horas sufrió varios desbordes de lava.

El ING registró desde la pasada medianoche 54 terremotos asociados a la erupción volcánica, el de mayor magnitud, de 4.3. La profundidad de los temblores varía entre los 37 y los 9 kilómetros.

El comité científico que asesora al Plan de Emergencias Volcánicas de La Palma (Pevolca) insiste en que el proceso eruptivo estromboliano se caracteriza por una variación constante del cono, o los conos en este caso, y en que pueden surgir nuevos focos en el entorno del centro eruptivo principal.

Un vídeo del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) muestra la actividad de cuatro bocas eruptivas con actividad “intensa y diversa”: emisión de ceniza y piroclastos, actividad estromboliana y profusión de lava con desgasificación blanca.

En otro más reciente se observan varios canales lávicos activos sobre el resto de la extensión ocupada por las diferentes coladas. Hasta el momento, el volcán ha arrasado cerca de 900 hectáreas y ha destruido unas 2,200 edificaciones, muchas de ellas viviendas, según datos del sistema de satélites Copernicus.