Al menos 27 personas fueron hospitalizadas después de sufrir una intoxicación con monóxido de carbono emitido de generadores portátiles durante una fiesta de música electrónica en Oslo, se informó el lunes.

La policía dijo que dos personas enfrentan cargos preliminares por invasión de propiedad privada e ingreso ilícito a un búnker.

Cinco personas fueron hospitalizadas en condición crítica —entre ellas dos policías que fueron los primeros en llegar al lugar— pero sus vidas no se encuentran en peligro, indicó la agencia noruega de noticias NTB. Dos de las cinco han salido de cuidados intensivos el lunes, reportó NTB.

Más personas podrían enfrentar cargos preliminares, afirmó la policía. Los cargos preliminares son un paso hacia los cargos formales.

Hasta 200 juerguistas de entre 20 y 30 años llegaron al búnker de la capital noruega para el “rave”, donde se usaron generadores portátiles de diésel para encender las luces y el sistema de sonido.

Los policías descubrieron el evento la madrugada del domingo cuando un patrullaje de los agentes detectó a un grupo de jóvenes confundidos en el parque donde se encuentran los búnkers. Los servicios de emergencias hallaron a otras siete personas inconscientes en el búnker.

La fiesta inició la noche del sábado y fue anunciada en páginas privadas de redes sociales.

La compañía propietaria del búnker describió la fiesta ilegal como un “serio allanamiento” e insistió en que no asume ninguna responsabilidad, publicó el periódico noruego VG. La entrada del búnker había sido previamente cerrada con concreto doblemente reforzado, pero los nuevos dueños sólo lo aseguraron con tablones.

Los organizadores de la fiesta señalaron posteriormente que los generadores de diésel se hallaban en una habitación con ventilación, pero ni la policía ni el departamento de bomberos pudieron confirmar eso.