El médico Giovanni Quintella Bezerra fue detenido el domingo por violación. El anestesista abusó de una paciente mientras estaba sedada y se le practicaba una cesárea en el Hospital de la Mujer de Vilar dos Teles, São João Meriti, municipio de la Baixada Fluminense en Brasil. Las enfermeras del equipo que realizaba la operación sospechaban desde hace meses de su comportamiento y lograron filmarlo en el acto con un celular oculto.

El video registró al hombre introduciendo su pene en la boca de la paciente en pleno parto. La grabación fue entregada a los investigadores de la Comisaría de Atención a la Mujer (Deam) de São João de Meriti.

Las enfermeras y los técnicos del hospital llevaban meses desconfiando de las actitudes del anestesista. Para demostrar sus sospechas, comenzaron a grabar al especialista durante los procedimientos. Finalmente, la noche del pasado domingo. Bezerra fue sorprendido violando a una mujer embarazada durante una cesárea. Las imágenes sirvieron como prueba para la detención del médico.

Según el Deam São João de Meriti, la cantidad de sedante que aplicó en las embarazadas fue el detonante de las sospechas del equipo.

Los empleados que denunciaron al médico dijeron que, sólo el domingo, Bezerra había participado en otras dos cirugías en salas donde no era posible grabar. Pero en la tercera operación fue posible obtener las imágenes.

Según se observa en el video, la paciente está tumbada en la camilla, inconsciente, a punto de dar a luz. En el lado izquierdo de la pantalla, el equipo quirúrgico del hospital comienza la cesárea. Mientras tanto, en el lado derecho, a un metro de distancia de sus compañeros y con una sábana de por medio, Bezerra se baja la bragueta del pantalón, saca el pene y lo introduce en la boca de la embarazada.

El delito dura aproximadamente 10 minutos. Mientras abusa de la víctima, el anestesista se mueve para que nadie en la sala se dé cuenta. Cuando termina, toma un pañuelo y limpia a la víctima para ocultar los rastros.

El operativo

La policía intenta ahora descubrir otras posibles víctimas del anestesista. En una declaración publicada por el portal g1, una integrante del equipo reveló que los pacientes estaban sedados hasta el punto de que “no podían ni siquiera sostener a sus bebés”. Según la mujer, “Giovanni estaba siempre delante del cuello y la cabeza del paciente, obstruyendo el campo de visión de cualquiera”.

Y agregó que el comportamiento del médico le llamó la atención en la primera cesárea: “Después de que el acompañante de la paciente saliera del quirófano, Giovanni se puso una capa, haciendo una cabaña que impedía que nadie más pudiera ver al paciente de cuello para arriba”.

En otro momento, “Giovanni, todavía posicionado en dirección al cuello y la cabeza del paciente, inició, con su brazo izquierdo doblado, lentos movimientos hacia delante y hacia atrás”, explicó la testigo y añadió que “por el movimiento y la curvatura del brazo, parecía que sostenía la cabeza de la paciente hacia su región pélvica”.

La grabación del crimen se logró sólo en la tercera asistencia del anestesista del día. A último momento, se las ingeniaron para cambiar de habitación, esconder el teléfono en una vitrina y luego confirmar la flagrancia. En las dos primeras operaciones del día, la estructura de las salas no permitía ocultar el teléfono. La testigo y otros miembros del equipo sólo pudieron ver las imágenes al recuperar el teléfono, sin tener la oportunidad de interrumpir el delito.

“Las pacientes [de Giovanni] estaban completamente fuera de sí. Cuando fueron atendidas por otro anestesista, nunca se pusieron así”, dijo una testigo en una declaración.

Poco después de las 11.15 (hora local), el anestesista salió del Deam de São João de Meriti, acompañado por agentes de Polinter. El especialista fue preguntado por los periodistas sobre el motivo por el que cometió los crímenes y si se arrepentía. Sin embargo, Bezerra permaneció en silencio. El hombre será enviado a la Cárcel Pública José Frederico Marques, en Benfica.

El abogado Hugo Novais, que defiende a Bezerra, declaró que “aún no ha tenido acceso al texto completo de las declaraciones y elementos de prueba que se produjeron durante la elaboración del acta de detención en flagrante”. Además, según la defensa, “tras tener acceso a su totalidad, se manifestará sobre la acusación contra el anestesista”.

En su perfil de Twitter, el gobernador Cláudio Castro se refirió al caso: “Me horrorizó conocer el brutal caso del médico anestesista del Hospital de Mujeres de São João de Meriti, filmado violando a una paciente. He determinado que habrá rigor y celeridad en la investigación de esta gravísima acusación. El Gobierno de RJ proporcionará toda la asistencia y el apoyo necesarios a la víctima. Además de la investigación del Departamento de Policía Civil del Estado, se está abriendo una investigación interna para tomar medidas administrativas, así como la notificación al Cremerj”.

En un comunicado, la Fundación para la Salud del Estado de Río de Janeiro y la Secretaría de Estado de Salud dijeron que “repudian vehementemente la conducta del anestesista” y que “están a disposición de la policía, colaborando con la investigación”. Los organismos también informan “que se abrirá una investigación interna para tomar medidas administrativas, así como la notificación a Cremerj”. El equipo del Hospital de la Mujer está prestando todo su apoyo a la víctima y a su familia”. El texto también destaca que el caso, “además de merecer nuestro repudio, constituye un delito, que debe ser castigado según la legislación vigente”.

El presidente de Cremerj, Clovis Bersot Munhoz, dijo que ya se ha abierto un proceso ético profesional para investigar el caso.

“El Cremerj-RJ recibió las acusaciones y, dada la gravedad del caso, abrió inmediatamente un procedimiento cautelar de suspensión de las actividades del profesional e inició el proceso de ética profesional, cuya sanción máxima es la revocación”, señaló.