Londres. Varios aeropuertos británicos son escenario de situaciones de caos esta semana por cancelaciones de vuelos y las largas filas que se han formado para pasar el control de seguridad, en parte por la falta de personal.

La aerolínea de billetes baratos easyJet ha suspendido en la jornada de hoy 42 vuelos desde Gatwick, lo que ha afectado a unos 600 pasajeros.

easyJet ha cancelado más de 200 vuelos esta semana y hasta el próximo 6 de junio desde el aeropuerto londinense de Gatwick, en unas fechas importantes en el Reino Unido al coincidir con vacaciones escolares.

En un principio, easyJet vinculó estos problemas a un reciente fallo informático, pero también por no disponer de personal necesario para atender los numerosos vuelos programados.

El aeropuerto de Gatwick pidió hoy a los pasajeros, en su cuenta de Twitter, que lleguen con bastante antelación a la terminal aérea - el menos dos horas antes para los vuelos europeos y tres para los de larga distancia-.

Al igual que easyJet, la aerolínea TUI, que ofrece paquetes de vacaciones, también canceló vuelos, en algunos casos en el último momento y cuando los pasajeros estaban por embarcar, según han relatado personas afectadas por las medidas.

En los aeropuertos británicos de Manchester y Bristol se formaron largas filas, debido en parte a la falta de personal para atender los controles de seguridad previos al embarque.

El Gobierno británico ha apuntado hacia la responsabilidad de las aerolíneas, por no haber preparado de forma suficiente el regreso de los viajeros a los aeropuertos, una vez superada la fase crítica de la pandemia.

“Hemos recorrido un largo camino hacia la recuperación para que la gente pudiera disfrutar de este momento, y (las compañías) deberían garantizar que los ciudadanos puedan irse de vacaciones”, dijo al canal Sky News el secretario de Estado para las Artes, Stephen Parkinson.

E insistió en que el Ejecutivo “ha estado muchos meses pidiéndoles que se aseguraran de que tendrían suficiente personal”.

Los expertos vinculan estos problemas a los miles de puestos de trabajo que las compañías aéreas recortaron durante la crisis de la pandemia, unas medidas que ahora tienen un fuerte impacto al verse incrementada la demanda de vuelos, especialmente en épocas de vacaciones escolares.